Han nacido en el parque natural Cabo de Gata-Níjar
El programa que está desarrollando la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía para la restauración de la anidación de la Tortuga Boba en el parque natural Cabo de Gata-Níjar ha conseguido que nazcan, desde su puesta en marcha en 2007, cerca de 900 ejemplares en las playas almerienses. Este programa, que responde a una iniciativa surgida en 2007 a raíz del acuerdo entre la Consejería de Medio Ambiente y la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC), se ha consolidado como un activo ecológico de primer orden que incorporar a este espacio protegido.
Según el balance realizado por los técnicos de la Consejería de Medio Ambiente, el éxito de eclosión de los huevos que se han incubado en el parque natural Cabo de Gata-Níjar se ha situado en torno al 88 por ciento, una cifra que se encuentra incluso por encima de los resultados que se obtienen en Cabo Verde, lugar de procedencia de los huevos de tortuga que se han implantado en los últimos cuatro años en este espacio protegido del litoral andaluz.
Las crías de tortuga boba que han nacido este verano, un total de 273 ejemplares, han sido transportadas ya al Centro de Gestión del Medio Marino Andaluz de Algeciras para su desarrollo en cautividad durante su primer año de vida.
El pasado mes de julio, un avión transportó un total de 420 huevos desde Cabo Verde hasta España, de los que 100 se depositaron en incubadoras de la Estación Biológica de Doñana, en Sevilla y el resto, 320, fueron instalados en cuatro nidos de las playas de Cabo de Gata.
El programa de restauración de la anidación de la tortuga boba en estas playas protegidas de la provincia de Almería persigue que esta especie –catalogada como en peligro de extinción en el Libro Rojo de los Vertebrados Amenazados de Andalucía– nidifique de forma permanente en la costa peninsular española. De hecho, sus playas fueron calificadas como las más idóneas en el trabajo de prospectiva inicial de este programa, lo cual confirma la alta calidad ambiental de este tramo del ecosistema litoral andaluz.
El caparazón de esta especie puede llegar a alcanzar más de un metro de longitud y su hábitat se distribuye en aguas tropicales y subtropicales de todos los océanos. A lo largo de su vida realiza grandes migraciones en las que recorre de una a otra costa el Atlántico y el Mediterráneo, retornando año tras año a las mismas áreas de alimentación tras las migraciones reproductoras.
Las tortugas que han nacido en las playas almerienses han sido enviadas al Centro de Gestión del Medio Marino de Algeciras, donde permanecerán un año aproximadamente. De esta manera se logra que los ejemplares alcancen un tamaño adecuado y endurezcan su caparazón, con lo que se garantiza una mayor tasa de supervivencia ante sus predadores naturales. El objetivo que se persigue, en definitiva, es que las tortugas vuelvan a este mismo entorno para desovar cuando alcancen la madurez sexual, dentro de 15 ó 20 años, con lo que se contribuye a fijar en la costa almeriense una población estable de esta especie amenazada.
De forma paralela, coincidiendo con la traslocación de huevos y las liberaciones de juveniles, la Consejería de Medio Ambiente ha desarrollado y financiado diversos programas de educación y voluntariado ambiental dirigidos a informar y sensibilizar sobre los problemas de supervivencia a los que se enfrenta la especie. Estas iniciativas van destinadas tanto a las poblaciones rurales de playas donantes de huevos de Cabo Verde como a la población local y turística de las playas receptoras del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar.