La consejera de Obras Públicas, Rosa Aguilar, aseguró ayer que con la reprogramación de obras se mantiene el ritmo inversor y avanzó que seis obras de las dieciocho no iniciadas adelantan su ejecución a octubre en vez de empezar en el primer trimestre de 2011.
En una comparecencia ante la comisión de Obras Públicas de la Junta, PP e IU denunciaron que el “eufemismo de la reprogramación” significa recortes en la inversión de obra pública y tendrá un impacto negativo en el empleo.
La consejera negó que la reprogramación suponga recortes en la inversión sino que quince obras de las previstas se terminarán un poco más tarde, algo similar a lo que “están haciendo las familias en sus hogares” como consecuencia de la crisis económica.
Expuso que la reprogramación de la obra pública permitirá mantener el ritmo de ejecución del 71% de los kilómetros de carretera en marcha y de un 80% en las actuaciones del ferrocarril, lo que supone “no alterará la ejecución de los 1.600 millones”.
Asimismo, el capítulo de las obras reprogramada y que no se han iniciado todavía, seis (tres en la provincia de Sevilla y tres en la de Córdoba) empezarán en octubre. Además, de las doce restantes, dos han comenzado en septiembre y de las diez que quedan ocho empezarán en enero de 2011.
El diputado del PP Jaime Raynaud sostuvo que la reprogramación es un recorte de inversiones porque, puso a modo de ejemplo, si tengo previsto gastar 1.000 millones este año e invierto 500 y reprogramo los otros 500 para otros ejercicios he dejado de destinar 500.
El diputado de IU Ignacio García afirmó que reprogramar significa que “habrá menos máquinas y menos empleo y, por tanto, menos ritmo inversor” y sostuvo que las cuentas se pueden equilibrar de otra forma.