El presidente de la asociación vecinal, Andrés Márquez, asegura que el subsuelo de estas plazas está totalmente hueco, por lo tanto es más fácil que el peso de dichas máquinas acabe hundiendo el suelo, pero con todo han realizado varias peticiones al área de Medio Ambiente para que se traslade el problema a la empresa de limpieza, sin que hasta el momento se haya hecho caso de las reivindicaciones.
Aunque tendrá que haber una coordinación entre las concejalías implicadas en la solución, la primera que debe actuar es Medio Ambiente, haciendo que las plazas se limpien de manera manual, para que los arreglos que acometa Mantenimiento Urbano no sean una inversión vacía, pues si no se soluciona el tema de la limpieza siempre existirán hundimientos.
El consiguiente peligro de estos socavones en el asfalto es claro. Por un lado, aquellas personas que pasen por las plazas se exponen a poder tropezar y caerse, y por otro, que están detectando como de algunos salen roedores, temiendo los vecinos que estos agujeros se conviertan en lugares idóneos para anidar y al final se convierta en una plaga similar a la de Valdés.
En la visita girada al barrio, Candón pudo comprobar los socavones (siendo uno de ellos de donde se ha advertido la presencia de roedores) de la plaza Buque Escuela El Cano, pero esta problemática se extiende también a Buque Escuela Galatea y Crucero Navarra.
Por otro lado, Márquez aprovechó la visita para mostrar a Candón, a pesar de que no es de su competencia, pues es un problema provocado por las raíces de los árboles, el estado en que se encuentran los alcorques de la plaza Acorazado España, totalmente desquebrajados por el empuje de las palmeras que, confirman los vecinos, no son especies para una barriada, pues no tienen espacio suficiente para poder crecer. En la misma plaza Mantenimiento Urbano va a retirar un banco que ha sido sacado de su asiento en el suelo, para que no revierta peligro para ningún vecino.
Finalmente, la asociación vecinal solicita a Candón que se pinte la línea de aparcamiento de la calle Francisco Javier de Uriarte, pues los aparcamientos en línea complementan a los de batería y como las líneas se diluyen los vecinos confunden las plazas.
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