Mar Moreno defiende las iniciativas adoptadas mientras la oposición la acusa de complaciente
El Gobierno andaluz señaló ayer que las políticas que ha aplicado en tiempo de crisis han actuado “como un verdadero escudo protector” para los ciudadanos, aunque para los partidos de la oposición -PP e IU- coincidieron en acusarlo de “complaciente” y de estar “alejado de la realidad” de los problemas.
En su comparecencia en el pleno del Parlamento andaluz para informar de las iniciativas y los proyectos del nuevo periodo político, la consejera de la Presidencia, Mar Moreno, destacó que el objetivo de la Junta de Andalucía es “un 2011 en positivo” y valoró la importancia de lo público para la “gran clase media andaluza” en momentos de crisis.
“Nuestras políticas públicas han actuado como un verdadero escudo protector en este periodo tan difícil”, subrayó Moreno, quien añadió que la creación de empleo, la recuperación económica y el mantenimiento del modelo social son las prioridades que guían la actuación del Gobierno andaluz.
Anunció unos próximos meses “cargados de iniciativa política y de gestión pública para conseguirlo”, y recordó el paquete de medidas económicas anunciadas el 31 de agosto por el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, destinadas a “generar empleo en el medio rural, empleo industrial, apoyo a nuestras empresas más internacionales y empleo verde”, y en las que se invertirán más de 3.000 millones.
El diputado del PP Antonio Sanz, que calificó de “ovni” al Gobierno andaluz porque “vive fuera de la realidad”, aseguró que la acción del Ejecutivo es una “tomadura de pelo”, hasta el punto de que “aviados van” si un parado, un joven, un autónomo, una madre o una pyme tienen que esperar a las medidas que plantea para solucionar la crisis, apuntando que es un Gobierno “desaparecido ante la crisis”.
Por su parte, José Manuel Mariscal (IU) acusó a la titular de la Presidencia de pronunciar un discurso “complaciente” porque no ha entrado a explicar los problemas que tiene Andalucía y sin embargo ha llegado a hablar de la crisis “en pasado”, cuando es la clase media la “gran sufridora” de las políticas aplicadas.