El presidente de la Asociación Andaluza Memoria Histórica y Justicia, Rafael López, ha informado a Europa Press de que tras el descubrimiento de los ocho primeros cuerpos, que presentan impactos de bala incluso con orificios de entrada y salida, huesos rotos y extremidades a la espalda, el equipo de arqueólogos desplegado en Cazalla de la Sierra ha descubierto once cadáveres más hasta sumar un total de 19 cuerpos localizados hasta el momento. Los huesos correspondientes a nueve de los cadáveres, según López, han sido ya totalmente exhumados.
Sobre el avance de las excavaciones, Rafael López destaca que los arqueólogos de la empresa especializada 'ARQ'UATRO', contratada a tal efecto, han localizado junto a los restos óseos numerosos objetos personales especialmente valiosos para las labores de investigación. Se trata, según detalló, de "bolígrafos, un dedal, una cartera o un reloj", descubrimiento que considera de relevancia porque "es raro" que las víctimas fuesen ejecutadas con pertenencias que pudieran permitir su identificación. "Hay muchos materiales unidos a los restos. Eso ha sorprendido", dijo.
Rafael López ha destacado que desde que comenzaron las labores de excavación, a finales del pasado mes de julio, son ya 19 los cadáveres descubiertos en esta fosa que tendría una extensión de 21 por cinco metros y una profundidad de 2,18 metros dividida en cinco niveles superpuestos de enterramiento. Los últimos hallazgos, según sus palabras, dejan "clara" la envergadura de la fosa, donde a juicio de los historiadores locales podrían descansar los restos de más de 300 víctimas de la represión franquista. No obstante, el presidente de la AMHyJA advierte de que los suelos en los que se enclava está fosa "son muy húmedos", extremo que explica que los vestigios localizados estén "más deteriorados" que en otras fosas comunes excavadas también por la organización.
DESDE 2004
Las labores de excavación comenzaron después de que el pasado 14 de julio, la AMHyJA y el alcalde de Cazalla de la Sierra, Carmelo Conde (PSOE), firmaran un acuerdo a tal efecto gracias a una subvención de 54.000 euros cosechada por la organización de manos del Ministerio de Presidencia. Las primeras gestiones para la exhumación de los restos de estas víctimas de la Guerra Civil se remontan al año 2004, cuando los familiares de varias víctimas de las acciones de las tropas sublevadas propusieron a la organización el rescate de los cadáveres enterrados en la fosa común del cementerio de Cazalla de la Sierra.
En concreto, aquel año de 2004 la propuesta partió del hijo del que fuera jefe de la estación de Renfe de Cazalla de la Sierra, Pedro Doctor Arruga, y de varios familiares de los antiguos miembros de la Corporación Republicana de Alanís (Sevilla), que en el momento del alzamiento tenía como alcalde a José García Galindo, y como teniente de alcalde a Manuel García Espínola. Los nietos del matrimonio formado por el jornalero José Campos, alias 'El Pepino', y Antonia González, ambos fusilados entre septiembre y octubre de 1936 en Cazalla de la Sierra, se sumaron a la propuesta.
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