La empresa saudí Saudi Telecom Company Group (STC) ve su entrada en Telefónica con la compra de una participación del 9,9% de su accionariado como un "hito" en su "ambiciosa estrategia de expansión y crecimiento sostenible", así como una muestra de confianza en el potencial "al alza" de la multinacional de origen español.
Así lo expresó el consejero delegado de la empresa saudí, Olayan Alwetaid, en la presentación de los resultados del tercer trimestre del año de la compañía en la que se registraron "los mejores ingresos de su historia" para ese período de tiempo.
"Telefónica es una de las mayores compañías de telecomunicaciones del mundo con presencia en mercados principales como España, Alemania, Reino Unido y Brasil. Esta inversión busca fortalecer la cooperación entre las dos compañías para que se beneficien de todas las oportunidades disponibles en el futuro", dijo Alwetaid en un comunicado enviado por la empresa.
Para la empresa, esta "inversión" en Telefónica se "alinea con la ambiciosa estrategia de expansión y crecimiento sostenible, que ha resultado en numerosas inversiones en el sector de las tecnologías de la información y comunicación, ya sea localmente o internacionalmente".
"Telefónica se beneficia de una cartera única de los mejores bienes en infraestructuras e innovadoras plataformas de tecnología, donde está desarrollando capacidades de última generación en áreas como inteligencia cognitiva, computación e internet de las cosas", añadió.
En cuanto a los resultados empresariales, Alwataid apuntó que el resultado es "excelente", tal y como estaba previsto, y STC logró alcanzar sus "más altos ingresos" en la historia para un período de 9 meses, con 54.610 millones de riales, unos 15.000 millones de dólares, una cifra un 9,10% superior a la obtenida el mismo período del año anterior.
En cuanto a beneficios netos de este período de 2023, se alcanzaron los 11.021 millones de riales ( 2.937 millones de dólares), un 17,08% más que al cierre del tercer trimestre de 2022.
La compra de acciones de Telefónica por STC, que convertiría a la empresa saudí en su principal accionista, aún requiere la autorización pertinente del Ministerio de Defensa español, pues la empresa tiene negocios relacionados con "infraestructuras críticas" del país.
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