Nieve, de 26 años, un escalador navarro, de Leitza, pueblo de campeones manomanistas, como Barriola y Bengoetxea VI, estrenó sus palmarés profesional en la etapa más apetecible de la presente edición, en un alto inédito en el que puso su nombre después de un trabajo preparado por su equipo desde lejos y que rubricó con un ascenso final de 10 kilómetros en solitario que le llevó directo a la gloria, a su consagración, como le dijo Igor Antón por teléfono.
Una victoria especial para la casa naranja del Euskaltel, aún entre lágrimas tras perder la Vuelta en la caída de Antón y perder también a Beñat Intxausti y Egoi Martínez. Así que Nieve, el número 3 de la formación vasca, tuvo que salir al escenario a demostrar sus habilidades de escalador.
Y cumplió con sobresaliente a la primera oportunidad, debutante en una gran vuelta. Se presentó a pie de Coto Bello con el resto de escapados de la fuga buena del día y tras un primer ataque de tanteo de su compañero Amets
Por detrás los favorito se movieron tarde, pero la estampida final tuvo efectos en la general. Mosquera quemó los cartuchos que le quedaban a menos de 2 kilómetros de la cima. Su salto dejó en evidencia a Nibali y Purito se apuntó a la fiesta y avanzó en busca de segundos de oro. El catalán llegó a 1.22 de Nieve, Luis León, que iba intercalado a 1.32 y Mosquera a 1.40.
Apuros para Nibali, que subió a ritmo todo el puerto. El escualo no respondió al cambio de ritmo de sus rivales directos y cruzó a 1.59, es decir, a 37 segundos de Purito, que ya era otra vez líder. El jefe del Liquigas dio muestras de debilidad y eso le costó el jersey rojo.
La Vuelta saca la calculadora con dos citas que van a ser decisivas: la contrarreloj del miércoles en Peñafiel, de 46 kilómetros, y el ascenso del sábado a la Bola del Mundo, en la sierra madrileña. Purito sabe que se dejará bastante tiempo en la cronometrada, pero se ha armado de moral y anuncia que su lucha hasta el último metro.
El jefe del Katusha cuenta con 33 segundos sobre Nibali y 53 respecto a Mosquera. La Vuelta las van a discutir estos tres corredores, ya que Frank Schleck, que por fin dio señales de vida, se encuentra cuarto a 2.16. El irlandés Nicolas Roche se aleja a 3.01 y el eslovaco Peter Velits a 4.27, éste claramente perjudicado en el último puerto asturiano. Dentro del top ten llegarán a la jornada de descanso Xavier Tondo y Carlos Sastre, a cerca de 5 minutos. Mikel Nieve es undécimo a 6.30.
Luis León coronó el Puerto de San Lorenzo (1ª), una dificultad de 10 kilómetros al 8,5 de porcentaje medio. El Liquigas tiraba al frente del pelotón con seis corredores, con el líder bien protegido.
En La Cobertoria (1ª, km 141), se incorporan a la fuga Txurruka y Nieve (Euskaltel), en maniobra de aproximación de los hombres de Igor González de Galdeano. El retraso del grupo principal era de 1,43. Los favoritos, en especial los hombres del líder, estabilizaron la aventura en espera del ascenso final a Coto Bello, el final inédito de la etapa bautizado como la cima Chechu Rubiera, en honor del ciclista del Radioshack ausente, como todo su equipo, en la Vuelta. La organización de la Vuelta no tuvo a bien invitar a la escuadra estadounidense.
Txurruka y Nieve, Luis León Sánchez, De Weert y Peterson iniciaron el ascenso con 2.45 sobre un grupo de 17 corredores con todos los favoritos. Por delante 10 kilómetros de subida constante, sin descanso alguno y pendiente media del 8,5 por ciento. Había expectación por conocer una subida que antiguamente conducía a una explotación minera que hace 4 años no tenía la carretera asfaltada, en el Concejo de Aller.
El empeño y las fuerzas hicieron el resto. Medalla de oro y dedicatoria para Antón, quien iba a ganar la Vuelta.
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