El futuro del hidrógeno verde pasa por su generalización en sectores como la industria cerámica o el transporte, y para ello es necesario abaratar los procesos de producción, incluida la elaboración de pilas de hidrógeno más baratas.
Así lo explica en una entrevista con EFE la responsable de la línea de Hidrógeno del Instituto Tecnológico de la Energía (ITE), María Porcel, quien destaca que ese es el objetivo del proyecto Road4Hydrogen, que ya ha logrado reducir un 15 % el coste de producir pilas de hidrógeno.
Porcel explica que, aunque las relacionadas con el hidrógeno son tecnologías “ya maduras”, y aunque hace unos años hubo “un boom” en cuanto a su uso, hoy se ve “desbancada” por las baterías de litio.
“El problema es el coste, que es bastante elevado, pero digitalizando los procesos de producción podemos abaratarlo”, destaca Porcel, quien añade que no solo se trata de conseguir electrolizadores -máquinas dedicadas a la producción de hidrógeno verde- más duraderos, que permitan ahorrar en costes de mantenimiento, sino también de producir pilas de hidrógeno que utilicen menos metales preciosos y, por lo tanto, sean más baratas.
Así, uno de los dos ejes del proyecto, financiado por el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace) a través de fondos Feder, es digitalizar al máximo los procesos de producción de hidrógeno verde en los electrolizadores que, si se averían con menos frecuencia y duran más años en funcionamiento, disminuyen su coste.
“Antes, cuando una impresora dejaba de funcionar la tirábamos a la basura porque no había forma de saber qué le pasaba”, recuerda la investigadora de este centro perteneciente a la Red de Institutos Tecnológicos de la Comunitat Valenciana (Redit).
Del mismo modo, Road4Hydrogen pretende adelantarse a las posibles averías de las máquinas que producen hidrógeno y “leer” su estado en tiempo real mediante el uso de gemelos digitales, que reproducen digitalmente los procesos: “El mantenimiento predictivo te puede avisar de que una celda va a fallar, y no es lo mismo en coste cambiar una celda que cambiar el electrolizador entero”.
El otro eje del proyecto es el recorte de costes en la producción de pilas alimentadas con hidrógeno para generar energía eléctrica, un proceso que, asegura Porcel, “no emite ningún gas contaminante” y en el que “el problema para su generalización vuelve a ser el coste”.
Producir estas pilas, detalla la científica, es caro porque para los electrodos se suele utilizar platino, un metal precioso, pero el proyecto del ITE ha desarrollado electrodos para pilas con bajo contenido en este metal, que mezclan con otros materiales similares, para reducir el coste de la pila en hasta un 15 % sin que su rendimiento se vea afectado.
Todas estas investigaciones, además, las han desarrollado en una planta piloto especializada en la que el centro tecnológico cuenta con dos electrolizadores, dos pilas de combustible con las nuevas aleaciones de metales desarrolladas por el centro y un sistema de almacenamiento de hidrógeno, tecnología que ponen a disposición de las empresas para que puedan conocer los procesos y estudiar cómo afectarían los cambios en su producción si incorporaran hidrógeno verde.
El hecho de que la planta esté “completamente digitalizada” y conectada con el laboratorio Gamma de ITE permite a las empresas ver “cómo influye cada variable dentro del proceso”.
“Por ejemplo, si quieres ver cómo variaría el coste si vas variando el consumo de agua en el electrolizador, puedes ir haciendo todo ese juego de variables sin hacerlo realmente”.
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