Vivirá el mundo alguna vez en paz? ¿Dejarán de morir las personas en las guerras? Parece ser que el número total de muertes en las guerras ha venido disminuyendo a nivel mundial desde la segunda mitad del siglo XX. Es un dato del que deberíamos alegrarnos, pero no podemos decir lo mismo de los conflictos y de la violencia, que van en aumento. Y si además, le sumamos que nos encontramos en una nueva era de conflagraciones y violencias con numerosos avances tecnológicos, como los ciberataques, los programas secuestradores, la utilización de drones y de bots, hackeo de datos, etc, etc...el panorama es como para echarse a llorar. Mucho avance tecnológico, sí, pero moralmente ninguno. Estos avances tecnológicos están modificando la forma en la que se desarrollan los conflictos. El uso de la inteligencia artificial (IA), por ejemplo, está acrecentando los ataques cibernéticos, físicos y biológicos, simplificando la necesidad de participación física humana o evitando, incluso, la utilización de material caro.
¿Y de las armas nucleares, qué decimos? Ahí están, siguen existiendo, aunque su número haya disminuido hasta las 14000 de las más de 60000 que había durante la Guerra Fría, pero son más los países que las poseen.¿Significa esto que el mundo está más seguro? En mi opinión no, porque el tipo de armas y de las amenazas siguen evolucionando significativamente y el hombre sigue queriendo tener el control político de los países, de los recursos naturales, de la población, quiere la destrucción total del enemigo, pretende que su creencia religiosa sea la que prime por encima de las demás y así, cada año hay abiertos más de treinta conflictos.
La invasión de Rusia a Ucrania zarandeó al mundo entero e hizo que todos estuviéramos pendientes de ella, como si fuera la única que existía, o por lo menos, eso era lo que los medios de comunicación convencionales nos hacían pensar. Ahora, toda la atención de estos medios está fijada en la guerra de Israel y Hamás en la Franja de Gaza. Aquí, en esta guerra, el mundo está dividido en dos opiniones: los que apoyan a los palestinos de Gaza y los que apoyan a los israelíes. Sin embargo, para poder entender este conflicto hay que conocer bien la historia. He aquí algunas pinceladas muy, muy resumidas: Hace unos 2000 años, aproximadamente, los judíos vivían en la Palestina dominada por los romanos y expulsados de allí por estos (Diáspora de los judíos), aunque un grupo bastante numeroso se quedó allí. Con la expansión del Islam, unos 500 años después, muchos árabes llegaron a esta tierra. En el año 1917, los británicos ocuparon Palestina, después de vencer al ejército otomano, tomando su control y creando el Emirato de Transjordania como un estado autónomo, hasta que en el año 1948, ante la llegada de bastantes supervivientes de los campos de concentración nazi, más los que el Movimiento Sionista iba introduciendo en el país, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó el Plan de Partición de Palestina en dos Estados, uno árabe y otro judío y rechazado por la comunidad árabe. El 14 de mayo de 1948, en Tel Aviv, David Ben-Gurion lee la Declaración de la Independencia de Israel. Los ingleses abandonan Palestina. Comienza la guerra al no aceptar los árabes dicha declaración. Todos los países árabes en contra del recién estrenado Estado de Israel. Estas pinceladas están demasiado resumidas, lo sé, la historia es muchísimo más compleja.
Mi visión hasta hace poco tiempo era que, después del Holocausto judío en la Alemania nazi, los supervivientes de los campos de concentración tenían derecho a vivir en paz y libertad y respetados en un Estado propio. ¿Ha cambiado esa visión? Va cambiando a medida que voy descubriendo cómo el Movimiento Sionista quiere cumplir su sueño desde 1917 de construir “un hogar nacional judío en Palestina”, a base de colonizar y expulsar poco a poco a los árabes y de querer desarabizarla. Todo esto sin nombrar la ayuda que EEUU presta a Israel para mantener sus intereses geopolíticos en esta zona. A partir de aquí reconozco que los palestinos también tienen derecho a tener un Estado propio y me doy cuenta de que la colonización llevada a cabo tiene como consecuencia la transformación de esta tierra con la expulsión de más de la mitad de la población palestina. El patrimonio personal y colectivo fue destruido o expropiado ¿De quién es la tierra? No importa quien fuera el primero en poseerla. La tierra es de todos y abogo por un estado para cada pueblo. El ataque terrorista de Hamás sobre Israel en estos últimos días fue brutal, pero también Israel está tomando medidas desmesuradas contra los palestinos. Pienso que en este conflicto se trata de trabajar juntos como dos pueblos que tienen relaciones efectivas con la misma tierra y que deberían de compartir. El pueblo palestino debería tener tanto derecho a la capacidad para tomar decisiones sobre su identidad como los judíos.
Menudo “Panorama Bélico” es el que tenemos. El mundo es un polvorín y la pena es que en la actualidad, existen más de 50 millones de personas desplazadas, hecho motivado por los conflictos armados desde la Segunda Guerra Mundial, siendo la mitad de ellas, niños, que a lo único a lo que pueden aspirar es a sobrevivir. ¿Acabarán las guerras algún día?
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