Una veintena de inmigrantes se concentraron ayer frente a la sede del Ayuntamiento de La Mojonera (Almería) en homenaje a la memoria del joven malí de 24 años Seka Sissoko, apuñalado mortalmente el pasado día 7, y en repulsa por la violencia que se desató horas después contra vehículos y locales comerciales, que se saldó con la detención de cinco varones además del presunto autor material de la muerte, Mohamed S. y dos de sus amigos.
Antes de guardar un emotivo minuto de silencio, portavoces del colectivo de ciudadanos de origen subsahariano y magrebí con residencia en el municipio han leído un manifiesto en el que, "unidas todas las razas y religiones", han condenado tanto "el terrible crimen" como la "violencia ciega" que causó graves daños "a bienes daños a bienes y haciendas de varios hermanos marroquíes" y cuyo cese inmediato urgieron.
En el documento, además de pedir que "todos los implicados sean castigados por el peso de la Ley", aludieron a la necesidad de que la sociedad española les brinde "comprensión y respeto" como personas, según ahondaron, que han venido a España "a luchar con nuestro trabajo por una vida mejor" y en cuyas vidas "el delito no debe tener cabida".
Los inmigrantes que acudieron a la concentración convocada a las 12,00 horas demandaron, asimismo, la contribución "de todos" para que el cuerpo sin vida de Seka Sissoko pueda ser repatriado a Malí y "devuelto a su familia" así como para sufragar la reparación de los daños ocasionados durante los disturbios, por los que se han interpuesto 21 denuncias ante el puesto de la Guardia Civil de Vícar.
En declaraciones a los periodistas y en la misma línea argumental del manifiesto conjunto suscrito por ciudadanos marroquíes, malís, mauritanos o de Guinea Bissau, el portavoz de la Asociación de Inmigrantes de Senegal en Roquetas de Mar (Almería), Spitou Mendy, abogó por la creación de mesas de diálogo en todos los municipios con fuerte presencia extranjera para fortalecer la "convivencia en paz" de los diferentes colectivos.
Por otro lado, el subdelegado de Gobierno de Almería, Miguel Corpas, anunció ayer que el dispositivo de seguridad que se instaló el lunes pasado en el municipio almeriense de La Mojonera tras los altercados que se produjeron tras el homicidio del joven malí Seka S, permanecerá, al menos, hasta el próximo fin de semana.
En declaraciones a los periodistas antes del acto de clausura del I Congreso de Inmigración, Empresa y Gestión de la Diversidad que se celebró ayer en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Aguadulce, Roquetas de Mar (Almería), Corpas añadió que, en cuanto a la repatriación del cadáver, aún no se ha recibido ninguna petición.
Asimismo, el cadáver "está a disposición judicial, por lo que es la autoridad judicial quien determinará en su momento si se puede proceder o no a esta repatriación".
Al lugar fueron desplazadas patrullas de la Guardia Civil con agentes antidisturbios de Sevilla y Valencia en apoyo de la Policía Local para controlar los actos vandálicos que produjeron daños en el mobiliario urbano y la quema de contenedores de basura, así como daños en comercios propiedad de ciudadanos magrebíes por los que se han interpuesto hasta el momento un total de 21 denuncias.
Los arrestos practicados por las autoridades en relación a este caso finalizaron con el ingreso en prisión de Mohamed S, ciudadano marroquí de 28 años al que imputa el apuñalamiento mortal del joven malí, Aziz E. S. y Abderrahim L, de 27 y 28 años, como presuntos autores de un delito de riña tumultuaria y robo con violencia en grado de tentativa.
También ingresaron en el centro penitenciarios de El Acebuche Soresi D, de 24 años de edad, natural de Costa de Marfil; Alberto Luis G. D, de 22, y Domingo C. M, de 47, ambos naturales de Guinea Bissau -todos detenidos de madrugada-, así como D. C, de 39 años y M. K, de 26 años, arrestados en la tarde del día 8, imputados por un presunto delito de desorden público.