La política laboral en España está en vísperas de experimentar cambios significativos, gracias al acuerdo programático recién forjado entre el
PSOE y Sumar. El epicentro de este pacto es una propuesta para reducir progresivamente la jornada laboral, que actualmente se encuentra fijada en 40 horas semanales. La hoja de ruta establece que en 2024, la jornada se reducirá a 38,5 horas y, posteriormente, a 37,5 horas en 2025. Pero, la gran pregunta que ronda en la mente de muchos es: ¿cómo afectará esta reducción a los salarios de los trabajadores?
El panorama laboral en España ha sido objeto de discusión durante años. Las jornadas laborales prolongadas, a menudo argumentadas como una de las razones de la menor productividad en comparación con otros países europeos, han sido un tema recurrente. En este contexto,
la propuesta de PSOE y Sumar busca alinear a España con estándares laborales más modernos, que ponen énfasis en la calidad de vida del trabajador y en una mayor conciliación laboral y personal.
A medida que se desgranaban los detalles del acuerdo, surgieron otros aspectos de relevancia.
Se contempla un compromiso para elevar el salario mínimo interprofesional (SMI) durante la legislatura, garantizando por ley que aumente alineado al 60% del salario medio. En paralelo, se extenderán los permisos de paternidad y maternidad a 20 semanas, de las 16 actuales, aunque esas nuevas semanas serán compatibles con el trabajo a tiempo parcial. Además, a partir de agosto de 2024, se remunerarán al menos 4 semanas por hijo/a del recién creado permiso parental de cuidados.
Estos cambios, junto con la reducción de la jornada laboral, son indicativos de un movimiento hacia la modernización de las políticas laborales en España. Sin embargo,
muchos trabajadores, sindicatos y analistas se preguntan cómo se equilibrará esta reducción de horas con los salarios.
Pues bien, la respuesta a esa incógnita tan debatida es que, según el pacto entre ambos partidos,
la reducción de la jornada laboral se realizará sin ninguna merma salarial. Los trabajadores mantendrán intactos sus ingresos, a pesar de la disminución en las horas laborables. Esta decisión, sin duda, aliviará las preocupaciones de muchos que temían una reducción proporcional en sus ingresos.
Más allá de la reducción de la jornada y la confirmación de que no habrá recorte salarial, el acuerdo entre PSOE y Sumar también se sumerge en temas como la regulación de despidos, para alinearse con la Carta Social Europea, y las prestaciones por desempleo. Se contempla que estas últimas puedan ser compatibles con el trabajo, y se delinean estrategias específicas para combatir el desempleo de larga duración,
especialmente en personas mayores de 45 años.
El pacto no deja fuera a los autónomos,
quienes podrán beneficiarse de la cuota reducida en la cotización a la Seguridad Social en periodos posteriores al inicio de su actividad, siempre que experimenten una caída en sus ingresos. También se planea la aprobación del estatuto del becario y una nueva regulación de la jubilación parcial.