En 2022, la entidad de la Iglesia atendió a 39.487 personas sin hogar en situación de calle, un 6,13 % más que el año anterior
Dos de cada diez personas sin hogar en situación de calle atendidas por Cáritas son mujeres y más de la mitad españolas (el 51,6 %).
La entidad de la Iglesia católica ha lanzado la campaña “Fuera de cobertura” para concienciar a la sociedad sobre la desprotección social que sufren las personas sin hogar y alertar del progresivo aumento de la demanda femenina en sus recursos.
En 2022, la entidad de la Iglesia atendió a 39.487 personas sin hogar en situación de calle, un 6,13 % más que el año anterior.
Con el estudio “Un trabajo, una habitación y un gato”, la entidad identifica las situaciones de sinhogarismo que viven las mujeres atendidas por Cáritas y confirma esa feminización de la exclusión.
Pero también, destaca que aunque las personas que viven en la calle o en centros temporales son la cara más conocida del sinhogarismo, hay otras situaciones que también se enmarcan en ese fenómeno y son más difíciles de visibilizar, como la de las personas que viven en chabolas, caravanas, en asentamientos o en viviendas inadecudas.
Según la responsable del programa de Personas Sin Hogar de Cáritas Española, María Santos, no se contempla “cómo las mujeres van sorteando de cualquier manera el hecho de dormir en la calle buscando alternativas que las hace más vulnerables, como vivir en viviendas inseguras, bajo amenaza de desahucio, acogidas por parte de familiares o amistades, con ocupaciones ilegales, bajo amenaza de violencia machista, u ofreciendo cuidado a cambio de alojamiento”.
“Esta manera de afrontar o retrasar la situación de calle agrava la problemática por soportar durante más tiempo situaciones de violencia y precariedad además de provocar que permanezcan invisibles al sistema dificultando su cuantificación”, destaca la experta.
Cáritas considera que el progresivo aumento del número de mujeres sin hogar en situación de calle supone un reto en el diseño de políticas públicas tanto de prevención como de intervención y recuerda que en muchos casos van acompañadas de sus hijos que quedan también en situación de desprotección.