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Francia cumple una semana de falsas amenazas con el trasfondo del terrorismo islámico

Las autoridades no pueden dejar de tomarse en serio las amenazas ante el actual contexto de máxima alerta terrorista

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  • París. -

Francia cumplió ya una semana de falsas amenazas terroristas contra museos, aeropuertos y estaciones ferroviarias, que las autoridades no pueden dejar de tomarse en serio ante el actual contexto de máxima alerta terrorista.

El Palacio de Versalles fue evacuado este sábado por una amenaza de bomba, la sexta ocasión en que ocurre en los últimos ocho días, aunque por hora no ha habido problemas en los aeropuertos.

Hasta el viernes se habían abierto 22 procedimientos judiciales por estas amenazas, según el Ministerio de Justicia.

Aunque el Gobierno es consciente de que las amenazas son, a priori, falsas, no puede dejar de actuar con máxima precaución tras el ataque islamista que el 13 de octubre costó la vida a un profesor de secundaria y con el trasfondo de la guerra en Gaza tras los ataques de Hamás a Israel.

Tras los ataques terroristas de Hamás, el Gobierno francés elevó al máximo la alerta antiterrorista y movilizó a 7.000 soldados más para tareas de vigilancia.

En un país que ha sufrido terribles atentados islamistas, como los de noviembre de 2015 (135 muertos y más de 400 heridos) y que alberga la mayor comunidad musulmana de Europa y la tercera mayor comunidad judía de todo el mundo, el Ejecutivo ha optado por la máxima cautela.

Francia inicia hoy dos semanas de vacaciones escolares, por lo que hay previstos numerosos viajes y el Ejecutivo ha aumentado aún más las medidas de seguridad en las infraestructuras de transporte.

Mil policías adicionales fueron desplegados en los aeropuertos de la región de París, que se suman al dispositivo normal de agentes y de militares de la operación antiterrorista "Sentinelle".

Inicio tras el ataque islamista de Arras

Las llamadas con falsas amenazas comenzaron el sábado de la semana pasada, solo un día después del asesinato de un profesor de secundaria en Arras (norte) cometido por un islamista que fue detenido.

El autor, de 20 años, es miembro de una familia de la región rusa de Ingushetia conocida por su radicalismo, ya que su padre fue expulsado y su hermano mayor fue condenado en dos ocasiones este año por delitos relacionados con terrorismo.

Por ello, y aunque en el Ejecutivo están seguros de que la inmensa mayoría se trata de gamberradas, como dijo el ministro del Interior, Gérald Darmanin, no quiere caer en la complacencia del cuento "Pedro y el lobo".

Los objetivos del primer día fueron el Museo del Louvre (7,8 millones de visitantes el año pasado), el Palacio de Versalles (7 millones) y la parisina Estación de Lyon.

Pero el objetivo prioritario de los gamberros pasó el miércoles a los aeropuertos, con 17 instalaciones afectadas por todo el país.

El jueves fueron 14 los aeropuertos afectados, y de ellos once fueron evacuados aunque casi todos de segundo orden.

En la única cifra divulgada hasta ahora, Darmanin anunció en la noche del jueves que 18 personas, "esencialmente menores", habían sido detenidas por estas falsas alertas.

Por ello, y aunque dijo que habrá una "respuesta penal" por parte de las autoridades, urgió a que "los padres ejerzan el rol de padres, no corresponde al Ministerio del Interior educar".

Ante la continuación de las alertas durante el viernes, con 18 aeropuertos amenazados y diez evacuados, la mayoría de importancia secundaria, el titular de Transportes, Clément Beaune, envió un mensaje más gráfico.

Beaune detalló que los autores arriesgan a entre dos y tres años de cárcel y a multas de varias decenas de millares de euros (hasta 30.000 según fuentes del Ministerio de Justicia).

Esta oleada de falsas amenazas se produjo después de que desde el inicio del curso escolar decenas de centros de secundaria hayan sido objetivo de las mismas acciones.

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