Isa Pantoja retoma su rutina tras su boda con Asraf Beno y, contando los días para irse de luna de miel con su flamante marido -cumplirán un sueño haciendo un safari durante su viaje de novios- la pareja continúa con sus quehaceres diarios intentando hacer oídos sordos a las polémicas que han enturbiado su 'sí quiero'.
Y es que a pesar de que aseguró que ni la ausencia de su madre ni de Kiko Rivera iban a ensombrecer uno de sus días más felices, la llamativa tristeza de Isa 72 horas después de su boda, en su reaparición con su flamante marido, insinúa lo contrario. La falta de noticias de Isabel Pantoja -que ni siquiera la ha llamado para darle la enhorabuena- parece que ha pasado factura a la peruana, que se ha dejado ver de lo más seria y enfadada a su llegada al colegio para recoger a su hijo Alberto.
"Voy a por el niño, que hay niños y padres. No lo saques por favor, no voy a decir nada por favor" ha apuntado cabizbaja, sin revelar si ha tenido noticias de la tonadillera o si se arrepiente de no haber invitado a su madrina María del Monte porque tenía la esperanza de que finalmente su madre asistiría a su enlace.
Tajante, Isa se ha limitado a confesar que a pesar de la ausencia de la artista "todo fue perfecto", agradeciendo con una tímida sonrisa los piropos por su elegante vestido de novia, de corte clásico y manga larga. Sin embargo, la hermana de Kiko ha dado la callada por respuesta a las declaraciones de Irene Rosales en las que, a pesar de su nula relación, no ha dudado en desearles lo mejor a ella y a Asraf.
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