El Parlamento de Andalucía aprobó el pasado 11 de octubre (2023), con tan sólo dos votos en contra, una petición al Gobierno de España para que negocie con el de Portugal un trasvase temporal de agua desde la gran presa lusa de Alqueva hasta la Demarcación Hidrográfica del Tinto-Odiel-Piedras-Chanza, por la extrema sequía que sufre la provincia de Huelva. En Portugal hace tiempo que se temía una demanda en tal sentido procedente de España y/o un intento de renegociar el Tratado de Albufeira. Este convenio regula el caudal que deben llevar los ríos transfronterizos, como el Guadiana, del que se nutre el macro embalse portugués. Y no parece que el clima sea muy favorable al otro lado de la raya a estas demandas.
La petición del Parlamento andaluz va a reavivar viejos fantasmas en Portugal y pone de actualidad unas declaraciones que en septiembre del año pasado realizó a Radio Campanario el presidente de la entidad gestora de la presa de Alqueva, Pedro Salema. En aquel entonces más de 3.000 personas, acompañadas de 300 tractores, se manifestaron por las calles de León para protestar por el desembalse de agua hacia Portugal y para pedir que no se utilizase la "poca agua" que habían ahorrado tras el verano "para que los portugueses produzcan electricidad". “Queremos que se revise el Convenio de Albufeira y lo adapten a la situación actual, porque si no el año que viene nos vamos a ver igual”, aseguraban los regantes.
Radio Campanario conversó con José Pedro Salema, presidente de EDIA, sobre esta cuestión y sobre las consecuencias que podía tener para la presa de Alqueva una ruptura de los acuerdos existentes entre Portugal y España (el Tratado de Albufeira). Esta es la transcripción de la entrevista:
José Pedro Salema comenzó diciendo: “es una interpretación debido a que esos agricultores están sufriendo en sus fincas, en sus vidas, una sequía muy grave, entonces interpreto esta manifestación como un acto de defensa de sus intereses particulares debido a la sequía".
Y continuó: “estos agricultores españoles, en el fondo, están indignados al ver cómo se libera agua de las presas españolas para el trazado del río Duero en Portugal, viendo cómo se consume el agua que podría servir para regar sus tierras para generar electricidad en el tramo inferior del río».
Según el responsable de EDIA, estamos ante una realidad porque el Acuerdo de Albufeira prevé volúmenes mínimos, incluso en situación de sequía, y como él mismo afirmó “estos volúmenes están muy por debajo de los caudales medios”, aunque reconoció que “en un año de gran restricción puede haber volúmenes importantes”.
Respecto a la región del Alentejo y el río Guadiana, José Pedro Salema aseveró: “es el Guadiana el que nos preocupa porque sabemos que este año estamos en una condición excepcional y España puede invocar esta condición”.
El presidente de EDIA explicó que si España lo hace "sólo se respetará un caudal muy pequeño, 3 metros cúbicos por segundo en la entrada del embalse de Alqueva" . Y añadió: «estos valores en un año darían un volumen muy bajo».
Según José Pedro Salema, “todavía estamos por encima de eso pero sabemos que hubo algunos periodos en los que el río no fluyó y tuvimos cero entradas en nuestra estación de Monte da Vinha, que marca la entrada a Albufeira”.
"Hoy", expresó el 22 de septiembre de 2022 el responsable de EDIA, “habrán llegado a Alqueva entre 130 y 135 millones de metros cúbicos de agua procedentes del Guadiana en España, cuando de media llegan 1.900 millones de metros cúbicos”.
Esta diferencia, muy pronunciada, muestra la realidad climática que estamos viviendo, las sequías características del Alentejo y el almacenamiento de agua en España, concretamente el Guadiana español, que tiene todos sus embalses con muy bajo almacenamiento.
Por este motivo, España puede invocar esta condición excepcional y pasar menos agua a Portugal. José Salema considera que “Portugal tiene que vivir con el agua que tiene y pensar en controlar las masas de agua exclusivamente portuguesas y aprovechar las masas de agua que aún están salvajes”.
Preguntado sobre las consecuencias para Alqueva de un posible incumplimiento del acuerdo existente entre ambos países, José Pedro Salema comenzó afirmando que "hasta donde yo sé, no hay ningún proceso de negociación abierto para el convenio de Albufeira" y añadió: "este convenio está definido entre los dos países y si uno de los dos países no lo cumple tendremos un incidente diplomático pero no hay sanciones inmediatas”.
Y continuó: “no se trata todavía de un incumplimiento por parte de España del convenio de Albufeira, sobre todo porque tiene salvedades muy fuertes, como ocurre con esta condición excepcional”.
El presidente de EDIA afirmó que, en Portugal, existe una lógica precisamente en sentido contrario : "Existe la perspectiva de que este convenio entre Portugal y España debería renegociarse para pedir más agua", y destacó que se trata de un tema muy discutido en el ámbito interno.
A su juicio, y tras ser preguntado sobre si hay algún proceso abierto en este sentido, aseveró que “no hay ni hay condiciones para ello porque la presión en España es mucho mayor y esta manifestación es una muestra clara de ello”.
Radio Campanario también preguntó al presidente de EDIA si le preocupaba la posibilidad de que España desencadene esta condición excepcional que podría afectar a Alqueva teniendo en cuenta el agua que proviene del Guadiana español. José Pedro Salema manifestó: “siempre estamos preocupados por la reducción de caudales. España lleva mucho tiempo invocando esta situación excepcional y estamos recibiendo muy poca agua española, pero tenemos la suerte de tener un lago muy grande, un embalse con una gran capacidad de regulación y estamos en una situación completamente contrastante con la de los embalses españoles”.
Alqueva estaba en septiembre de 2022 al 65% (el 12 de octubre de 2023 almacenaba 2.830,38 hm3, equivalentes al 68,20% de su capacidad) y tenía agua para dos años sin restricciones, destacó el presidente de la sociedad gestora del embalse, quien concluyó afirmando que “iniciar en este momento un proceso de negociación con España para traer más agua de España a Portugal, es como ir por la lana y venir de allí trasquilado”.
ACHACADO A ESPAÑA
Dos semanas antes de estas declaraciones del presidente de la entidad gestora de la presa de Alqueva, la asociación lisboeta pero de ámbito nacional Zero (Asociación por un Sistema Terrestre Sostenible) publicó un informe con el significativo título de ‘España seca los ríos internacionales portugueses».
La Asociación ZERO llevó a cabo una evaluación de los resultados relativos a los caudales de los tres principales ríos internacionales (Duero, Tajo y Guadiana – no se incluyó el río Miño), desde el inicio del año hidrológico 1 de octubre de 2021/30 de septiembre de 2022 , en base a las estaciones hidrométricas previstas o equivalentes en el Convenio de Cooperación para la Protección y Uso Sostenible de las Aguas de las Cuencas Hidrográficas Luso-Españolas.
El Convenio de Albufeira, de acuerdo con su Segundo Protocolo Adicional, establece para los tres ríos en cuestión caudales que deben respetarse durante distintos períodos: en el caso del Duero y del Tajo, los caudales son anuales, trimestrales y semanales; en el caso del Guadiana son anuales, trimestrales (según niveles de almacenamiento y precipitaciones) y diarios.
El Convenio establece que en situaciones de sequía debidamente parametrizadas , los citados caudales no tendrán que entregarse a Portugal, situación que era de esperar por la falta de precipitaciones observada desde (entonces) hace aproximadamente un año, clara consecuencia del cambio climático y señal de lo que será un futuro muy problemático para la gestión de los recursos hídricos, particularmente en las cuencas internacionales. España declaró que estaba en régimen de excepción en el caso del Duero y Guadiana (caudal anual), así como en el tercer trimestre, de abril a junio, en el caso del Tajo (caudal trimestral).
DUERO: UN TERCIO MENOS DE AGUA
Zero evaluó los caudales en la presa de Miranda y constató que España siempre había garantizado caudales semanales y trimestrales, pero que estaba muy lejos del caudal anual si no estuviera bajo un régimen de excepción. El 3 de septiembre, 27 días antes de hacer el cómputo anual con el fin del año hidrológico 2021/2022, España había transferido a través del río Duero 2.331 hectómetros cúbicos de agua desde el 1 de octubre de 2021, cuando el caudal anual fijado es de 3.500 hectómetros cúbicos.
Faltaban así unos 1.169 hectómetros cúbicos, en torno al 33% del total adeudado. Como los caudales en las últimas semanas habían oscilado entre 1,5 y 4,5 hectómetros cúbicos/día y la situación meteorológica no había cambiado sustancialmente, a juicio de Zero era evidentemente imposible recuperar el volumen de agua que faltaba.
TAJO: INCUMPLIMIENTO DEL CAUDAL ANUAL
En el caso del Tajo, España estaba cumpliendo con los caudales semanales y trimestrales. Zero sólo detectó un incumplimiento en una semana de diciembre, si se consideraba el inicio de semana en domingo. España invocó el régimen de excepción para el tercer trimestre de 2022, pero el flujo transferido fue más del doble del establecido.
Sin embargo, cuatro semanas antes del final del año hidrológico, el 3 de septiembre de 2022, utilizando datos sobre el caudal que desemboca en la presa de Fratel, era de alrededor del 15 por ciento (393 hectómetros cúbicos) del caudal anual fijado en el Convenio (2.700 hectómetros cúbicos).
Esto implicaría un caudal diario superior a los 14 hectómetros/día, todos los días, valor que no se alcanzaba desde finales de julio de 2022. Además, según Zero, se corría el riesgo de que se produjera una situación de vaciado de embalses en el tramo internacional del Tajo, con consecuencias dramáticas.
GUADIANA: UN 17% DEL MÍNIMO ANUAL
En el caso del Guadiana, España también alegó una situación excepcional, por lo que no tenía que cumplir con los caudales en cuestión. De hecho, a principios de septiembre de 2022, según datos de la estación hidrométrica de Monte da Vinha, España se encontraba alrededor de un 17% (51 hectómetros cúbicos) por debajo del valor mínimo anual establecido en el Convenio (300 hectómetros cúbicos), cuando no hay excepción.
España debe garantizar un valor medio diario de 2 metros cúbicos por segundo y desde el 1 de octubre de 2021 hasta el 3 de septiembre de 2022 hubo 20 días en los que esto no ocurrió. «Una vez más, a pesar de la enorme capacidad del embalse de Alqueva, a largo plazo -aseveraba Zero- una ampliación del riego puede estar en riesgo con estas restricciones asociadas a situaciones de sequía más frecuentes y extremas».
PUGNA EN EL BOCACHANZA
Por su parte, el diario portugués Público tituló el pasado 4 de junio (2023) un informe de la siguiente manera: ‘Sequía: España y Portugal quieren usar más agua del Guadiana y la presión aumenta’. Y, como subtítulo: ‘Agricultores españoles exigen que el Gobierno modifique el Tratado de Albufeira con Portugal para permitir un uso más flexible del agua del Guadiana. Y el verano aún no ha llegado’.
Según este medio luso, en una sequía extrema afectando al Sur de la Península Ibérica, la disputa entre España y Portugal por el agua del Guadiana está cada vez más tensa. Para surtir a los regadíos de Huelva, los españoles quieren reforzar la captación de agua que instalaron en 1970 en la confluencia del río Chanza con el Guadiana (se refería la información a la estación de bombeo de Bocachanza) y, así, servir al regadío intensivo, a la industria minera, al turismo y al consumo humano.
Público destacaba que en el mismo lugar, pero junto a la margen derecha del Guadiana, los portugueses también han anunciado un proyecto para un sistema de bombeo de agua.
LAS LLUVIAS DE DICIEMBRE
Hay que retrotraerse en el tiempo, a la época de las declaraciones del presidente de la entidad gestora de la presa de Alqueva y del informe de Zero (septiembre de 2022) culpando a España de secar los ríos Duero, Tajo y Guadiana para destacar que tan sólo tres meses después, gracias las fuertes lluvias registradas en España a principios de diciembre pasado, la presa de Alqueva almacenó en tan sólo seis días 124 hm3 de agua y llegó al 65,35% de su capacidad.
Esa cantidad equivalía a la suma de lo que podía almacenar el embalse de Roxo (96,3 hm3) más el doble de la capacidad del embalse de Monte Novo (15,28 hm3).
Por la estación medidora de Monte da Vinha circulaba un día a las 10 de la mañana 534 m3 de agua por segundo, y durante la madrugada se registró un pico de 879 m3/segundo.
Las lluvias caídas a lo largo del mes de diciembre de 2022 permitieron que se almacenara en Alqueva más agua de la que utiliza la presa a lo largo del año.
El nivel del agua aumentó más de 4,5 metros sólo ese mes, y sólo faltaron 2 metros para que se alcanzar el nivel de almacenamiento total, situado en la cota 152 metros.
Este volumen garantizaba el suministro de agua a las poblaciones locales y a la industria durante al menos los próximos tres años.
Estos datos ponen de manifiesto que Alqueva es la gran beneficiaria de los temporales de lluvia que se registren en la cuenca del río Guadiana y de las escorrentías posteriores.
De hecho, cuando el presidente de la sociedad gestora de la presa hizo aquellas declaraciones a Radio Campanario hace trece meses, el embalse portugués estaba al 65% de su capacidad, y ahora en octubre, tras un año y un mes de extrema sequía su volumen de agua no sólo no ha disminuido, sino que ha aumentado hasta representar el 68,20% de su capacidad total.
TRAS EL TRATADO DE ALBUFEIRA
En todo este debate hay un dato que los portugueses no tienen en cuenta: los 4.150 hm3 de agua que puede contener la presa de Alqueva inundan una superficie de 250 Km2, de los que 33 Km2 (provincia de Badajoz) pertenecen a España. Dicho de otro modo, 547,8 hm3 de ese agua estarían «grosso modo» geográficamente sobre suelo español.
Lo más importante y significativo es que miles de hm3 de precipitaciones sobre territorio de España acaban, en el caso de la cuenca hidrográfica del Guadiana, en la presa de Alqueva, que Portugal no terminó de construir hasta 2002 (se hablaba del proyecto desde 1957 al menos), o sea después de firmar en 1998 el Tratado de Albufeira con España, por lo cual ese Convenio no podía contemplarla. Sin esa macropresa, esos miles de hm3 acabarían discurriendo por Bocachanza, pero se los queda el país vecino.
El Tratado de Albufeira permite a España derivar hasta 1.000 hm3 de la cuenca hidrográfica del río Tajo a otras cuencas hidrográficas de nuestro país, pero no se está ejerciendo ese derecho, con lo cual centenares de hm3 de agua pasan por Alcántara camino de Portugal. Al menos 100 hm3 podrían travasarse desde el Tajo al Guadiana con destino a Doñana, pero, tal como sostiene Juan Saura (exdirector de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir), hay una solución mucho más sencilla, barata y lógica: que España deje pasar esos 100 hm3 vía río Tajo con destino a la vega de Lisboa y que, en justa reciprocidad, Portugal haga lo propio desde Alqueva con un caudal similar para Huelva y Doñana.
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