El neerlandés Max Verstappen (Red Bull), que el sábado, jornada en la que se disputó el sprint, ya se había proclamado matemáticamente triple campeón mundial de Fórmula Uno, remató el fin de semana al ganar este domingo el Gran Premio de Qatar, el decimoséptimo del campeonato, que se disputó en el circuito de Lusail, donde el español Fernando Alonso (Aston Martin) concluyó sexto.
Verstappen, de 26 años recién cumplidos, logró su decimocuarta victoria de la temporada, la cuadragésima novena desde que corre en la F1, al ganar en Lusail -marcando, además, la vuelta rápida- por delante de los dos McLaren, el del australiano Oscar Piastri, que acabó segundo este domingo tras anotarse el sprint del sábado; y el del inglés Lando Norris; que también subió al podio. En una carrera durísima, marcada por el calor y esta jornada, asimismo por la humedad, en la que no participó el otro español, Carlos Sainz (Ferrari) al descubrirse, poco antes de la misma, una avería -"un problema en el sistema de combustible", según su escudería- en su coche; mientras que el mexicano Sergio Pérez (Red Bull) concluyó noveno, pero, tras una tercera penalización por exceder los límites de pista anunciada justo al final, perdió un puesto y se clasificó décimo.
Verstappen -al que los integrantes de su equipo le hicieron el pasillo de honor a su llegada al circuito- ya había dejado resuelto su tercer título (seguido) incluso antes de que acabase el sprint del sábado. A 'Checo' se lo habían arruinado (especialmente) el francés Esteban Ocon -de Alpine, séptimo este domingo- y el alemán Nico Hülkenberg (Haas) y en el mismo momento en el que el mexicano se tuvo que retirar (en la undécima de las 19 vueltas), 'Mad Max' se convertía automáticamente en propietario de su tercera corona.
Algo que no le impidió luchar por la victoria en un sprint que acabaría segundo, por detrás de Piastri: el mejor debutante en mucho tiempo, que venía de celebrar en Japón su primer podio en la categoría reina y este domingo dio otro paso al acabar segundo. Todo eso, tras haber liderado el viernes todas las tablas de tiempos salvo la de la Q2.
Aproximadamente cinco horas antes de la carrera se anunció la obligatoriedad extraordinaria -por motivos preventivos, en aras de una mayor seguridad- de que los neumáticos no podrían tener una duración superior a 18 vueltas, de lo que se desprendía -al estar la carrera prevista a un total de 57- que cada piloto tuviese que hacer un mínimo de tres paradas para cambiar ruedas.
Después de analizar los usados el viernes durante el primer y único entrenamiento libre, Pirellii, el suministrador único de neumáticos, comprobó que aquellos que se emplearon más de 20 vueltas no reunían todos los parámetros de seguridad pertinentes, por lo que se decidió aumentar los límites de pista en dos de las 16 curvas del circuito de Lusail -la 12 y la 13-, en las que los 'pianos' que la bordean podrían ser demasiado corrosivos. Advirtiendo asimismo de que este domingo se podrían modificar las normas.
Así fue, finalmente, abriéndose el abanico de diferentes estrategias, ya que el tope de 18 vueltas refería a los neumáticos nuevos; con los usados anteriormente se podría girar las veces que quedasen hasta alcanzar esa cifra. Lo que aumentó aún más la dureza de una carrera en la que todos fueron permanentemente 'a saco' y que el inglés George Russell (Mercedes), cuarto al final, no dudo en calificar como "la más dura" de su vida.
En una carrera que se presumía agitada -por las innumerables paradas-, Alonso, que declaró a Efe tras la misma que se va "contento", pero a la vez "con un sabor agridulce", salía cuarto, al lado del siete veces laureado inglés Lewis Hamilton (Mercedes), en la segunda fila. Por detrás del tricampeón -en la décima 'pole' de la temporada- y de Russell; amenazado teóricamente por el monegasco Charles Leclerc (Ferrari), que salía quinto -el puesto en el que acabó- y por Piastri, sexto en parrilla.
Con el otro McLaren, el de Norris, saliendo décimo. Detrás de los franceses de Alpine y de Valtteri Bottas (Alfa Romeo), octavo en cruzar la meta.
Sainz, único ganador esta temporada -en Singapur- que no pilota un Red Bull, iba a arrancar duodécimo. Pero apenas una hora antes de la carrera, Ferrari informó de que no participaría en la misma, a causa de una fuga de combustible en su coche. Y 'Checo', al que sus mecánicos se las vieron y se las desearon para arreglar los desperfectos del coche dañado el sábado, que iba a salir un puesto detrás del talentoso piloto madrileño, lo hizo desde el 'pit lane'. Con duros.
La mayoría empezó con blandos, salvo cuatro, entre ellos Hamilton, que lo hicieron con medios.
Verstappen no se marcaba objetivos, pero su condición de súper-depredador queda patente cada vez que se sube al cohete diseñado por el genial Adrian Newey. "Por supuesto que quiero ganar todo lo que pueda. Estoy muy orgulloso y feliz. Soy joven aún, pero ya he ganado mucho más de lo que me hubiera podido imaginar. Así que todo es perfecto en este momento para mí", había indicado a Efe 'Mad Max' en su rueda de prensa de coronación del sábado.
Pero todo es aún más perfecto si se mantiene una racha victoriosa. Así que nada más irse el coche de seguridad, que entró en la primera vuelta, después de que antes de la primera curva se tocasen los dos Mercedes (Hamilton se tuvo que retirar y Russell llegó al garaje, aunque reanudó la a carrera desde el fondo de la parrilla) comenzó a tirar en busca de la victoria 14; que lo sitúa a sólo una de su propio récord histórico de triunfos en una misma temporada. Que nadie duda que mejorará, a falta de cinco carreras.
Alonso había ganado una posición, porque Piastri, que avanzó cuatro de una tacada, se colocaba segundo, por detrás del tricampeón.
Al oventense, en su intento de alcanzar a Piastri, le pegó un trallazo el AMR23 y lo que hizo fue olvidarse momentáneamente del australiano y protegerse de Leclerc. Para evitar un 'undercut', paró en la 12 e instaló de nuevo medios, antes de adelantar en pista al monegasco; cuando Russell ya era tercero. Que cuando paró su compatriota Norris, en la 15, ya era segundo.
'Checo', de los últimos en parar, llegó a rodar tercero, en la 16, cuando Fernando rodaba octavo, y a Leclerc le tocaba sujetar a Norris. Pero lo que no cambiaba es el liderato, siempre en manos de 'Mad Max', hasta que lo cedió provisionalmente, justo antes de la 18 -cuando repitió medios- al tailandés Alex Albon (Williams), que no había parado y lo devolvió inmediatamente después, al llegarse al tope de docena y media de giros con las mismas gomas.
El mexicano, apurando, también lo hizo, obviamente, en esa vuelta, regresando decimocuarto y con el neumático medio, con el que empezó a rodar con muy buen ritmo; pero fue apercibido porque en su empeño sobrepasó unas cuantas veces los límites de pista. En otra jornada "decepcionante y frustrante" después de la cuál explicó a Efe que sigue confiando en acabar segundo el Mundial.
"Es mi meta absoluta. He tenido un par de carreras malas, pero en cuanto enderecemos eso, volveré a recuperar la forma", indicó a Efe el bravo piloto tapatío este domingo en Lusail.
En la reorganización, Verstappen comandaba con siete segundos de ventaja sobre Piastri y doce respecto a Fernando; cuyo podio 106 en la categoría reina encontraba en los ingleses Norris y Russell a sus principales enemigos teóricos.
En una carrera en la que no se podía parar de calcular la edad de las gomas, el genio astur paró -a poner duros- en la 27, en la que los dos británicos ya rodaban por detrás del caníbal de los Países Bajos. Al parar Lando, Russell recuperaba la segunda plaza, por delante de 'Checo', que acabó siendo sancionado con cinco segundos al saltarse por cuarta vez los límites de pista.
En la siguiente parada, Norris le ganó la posición a Fernando. Y si el doble campeón mundial asturiano persigue la ansiada '33', en referencia a la que sería su siguiente victoria en la F1, en esta ocasión fue la 33 la que le persiguió a él, porque fue en esa vuelta en la que se dio un considerable 'paseo', perdiendo otra posición, esta vez en favor de Leclerc. Dañando el fondo plano del AMR23 y comprometiendo el resto de su carrera.
Verstappen, acostumbrado a otro tipo de estrategias, no entendía porqué le mandaban parar de nuevo, pero era preceptivo no superar los 18 giros, así que en la 36 colocó gomas duras. y la ansiedad le pasó factura a 'Checo', que -por idéntico motivo al anterior- volvió a ser sancionado con otros cinco segundos; de nuevo en un fin de semana en el que se imantó a la mala suerte. Y en el que, de nuevo por sobrepasar los límites de pista, también acabaría cediendo, al recibir una tercera sanción de cinco segundos, la novena plaza al chino Guanyu Zhou.
El astro neerlandés marcaba el giro rápido provisional en la 45, en la que Norris paró, pero entró a pista por detrás de su compañero 'aussie'; y Alonso hizo lo propio -de nuevo a medios-, regresando al asfalto en séptima posición.
Fernando avanzó una plaza y se conformó con la sexta en meta; Lando no pudo con un cada vez más brillante Piastri; y Verstappen paró a cinco giros para el final para salir de Qatar, una vez más por la puerta grande. Instaló medios y se permitió el lujo de marcar la vuelta rápida. 'Mad Max' gana hasta cuando corre de resaca.