Los duros bombardeos israelíes sobre Gaza, más de 3.000 cohetes lanzados de la Franja a Israel, combates contra milicias palestinas que aún controlan zonas israelíes y decenas de rehenes israelíes capturados marcan la guerra que estalló hoy.
Hay al menos 430 muertos entre ambos lados en cuestión de doce horas, 232 del lado palestino y 200 de la parte israelí.
Israel fue pillado desprevenido esta mañana en una ofensiva por tierra, mar y aire de milicianos palestinos de Gaza que atacaron el área fronteriza y pudieron avanzar ante el desconcierto del Gobierno y el aparato de Seguridad israelíes, que perdieron control de puntos clave y de comunidades israelíes colindantes con Gaza, zonas que en parte todavía no han recuperado y que siguen bajo extrema tensión.
Ahí murió un número aún no determinado de soldados y civiles, y hubo también militares y otras personas -al menos unos cincuenta- secuestradas por milicianos y hechas cautivas en Gaza, donde ahora el grupo islamista Hamás y Yihad Islámica dicen que las usarán como moneda de cambio para pedir la libertad de prisioneros palestinos.
Hamás, que controla Gaza desde hace más de 16 años y consideró la ofensiva como un éxito militar, dice estar preparado para "seguir con la batalla" y dispuesto a resistir "a largo plazo".
Según fuentes palestinas de Gaza, rechazó ofertas para negociar un alto el fuego con Israel que le llegaron por parte de Egipto, Catar, la Liga Árabe y Jordania, mientras muestra una posición de fuerza.
Milicias palestinas lanzaron al menos 3.000 cohetes a territorio israelí que impactaron en áreas israelíes cercanas pero también en el centro de Israel y urbes como Jerusalén o Tel Aviv.
El ataque fue un duro golpe para el Ejecutivo israelí. El líder de la oposición, Yair Lapid, ofreció formar Gobierno de unidad al primer ministro, Benjamin Netanyahu, quien a su vez instó a Lapid y al diputado centrista Beny Gantz a juntarse en "un amplio gobierno de emergencia".
Netanyahu está ahora en una reunión del Gabinete de Seguridad, donde se valorará cómo las fuerzas israelíes siguen actuando ante una noche que se prevé dura.
A ello se han sumado los ataques aéreos de represalia israelíes sobre Gaza, que junto a los combates en la zona, se han saldado ya con al menos 232 palestinos muertos y unos 1.700 heridos.
Israel también atacó dos altas torres de la Franja que quedaron demolidas, y las autoridades israelíes cortaron el flujo eléctrico que suministran al enclave. A eso se suma el paro de su principal central eléctrica, que reducirá las horas de luz de Gaza a solo 4.
En Gaza, la gente se refugió en sus casas, y miles de personas huyeron de la parte norte para alojarse en escuelas de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos en Gaza ciudad.
En Israel, las víctimas mortales ascienden a más de 200 y hay más de 1.100 heridos.
A última hora de la tarde, fuerzas israelíes siguen luchando contra milicianos en al menos veinte puntos en territorio israelí colindante con Gaza, donde las Brigadas Al Qasam dijeron atacar 50 posiciones, entre ellas bases militares y lugares estratégicos como el paso fronterizo de Erez o la prisión israelí de Ashkelon.
El Ejército confirmó que milicianos tomaron rehenes en las comunidades israelíes de Ofakim o Beeri, donde había combates, y los choques también fueron duros en puntos como la urbe de Sderot, según prensa.
Las fuerzas armadas están movilizando a miles de reservistas que se incorporan al área de los combates, y el principal objetivo de los militares "es eliminar a todos los terroristas" que cruzaron la barrera entre Gaza e Israel y siguen en territorio israelí.
El ataque es un duro impacto psicológico para muchos israelíes, lo que se vio a pie de calle incluso en lugares a 70 kilómetros de Gaza como la ciudad de Petah Tikva, cerca de Tel Aviv, donde hoy imperó el sonido de ambulancias y de patrullas de seguridad.
Ahí, en el Hospital Beilinson, fueron trasladados con helicóptero y ambulancias blindadas israelíes heridos de bala y cohetes, dijo a EFE el doctor Dagan Shwartz.
"Tenemos muchos heridos, civiles, soldados y policías, la mayoría son tratados en hospitales del sur y otros fueron evacuados" en centros como Beilinson, aseguró el médico, que dijo que la situación le recuerda a la Guerra de Yom Kipur, de la que ayer se cumplieron 50 años, y en la que Israel se vio atacado en una ofensiva sorpresa por Siria y Egipto.