La asociación 'El Burrito Feliz' y el grupo ecologista Mujeres por Doñana están usando gansos y asnos como altermativa a los herbicidas para desbrozar de manera natural un viñedo de cinco hectáreas en el entorno de Doñana.
El proyecto, que desarrollan 23 voluntarias de Mujeres por Doñana, se está llevando a cabo desde hace varios meses, tiempo en el que estos animales han desbrozado toda la hierba que crece entre los viñedos del Santuario Animal Wendy Clements, en Chucena, posibilitando una cosecha de uva "excelente en su calidad y presentación" sin necesidad de usar tractores ni productos químicos, han informado las dos organizaciones en un comunicado.
Se trata de 12 gansos y ocho asnos, pertenecientes a la asociación onubense 'E Burrito Feliz', los que llevan a cabo la tarea. A los burros les corresponde comerse la hierba más crecida de la zona de cultivo, mientras que a las aves hacen lo propio con los pequeños brotes o briznas de hierba para dejar el viñedo limpio de vegetación.
Gracias a este proyecto, este año Mujeres por Doñana ha contabilizado 43 nidos de aves insectívoras, currucas y coujadas principalmente, que han sacado sus polluelos en el viñedo; además, en el Santuario se ha instalado una colonia de abejarucos, atraídos por la profusión de insectos en esta zona libre de contaminantes, y están apareciendo más erizos.
En las fincas limítrofes, donde se apuesta por la agricultura intensiva, no han contabilizado ni un solo nido de pájaro.
Mujeres por Doñana intenta convencer a algunos agricultores de que abandonen el uso de pesticidas en sus viñedos y se sumen a esta técnica para salvar un cultivo que desde que llegaron los pesticidas ha visto reducido el precio de la uva a cifras de 1997: "Si desaparece el viñedo tradicional, se perderán también todos los beneficios que representa este cultivo, para la sostenibilidad, el medio ambiente y la, denominada, economía azul", han afirmado desde el colectivo femenino.
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