Se trata de una variedad que se adapta bien a la altitud y que se cultivaba ya en nuestra comarca en la Edad Media
Se trata de una variedad de vid que permanecía prácticamente olvidada, pero que se encontraba íntimamente ligada al pasado del cultivo de la uva en Alcalá la Real. De hecho, era la variedad primigenia predominante en nuestra comarca en la Edad Media. Su nombre es torrontés y la empresa vitivinícola alcalaína Viñedos y Bodega Marcelino Serrano ha comenzado a recuperar su cultivo.
La variedad torrontés, conocida también como albariño francés, aris y huevo gallo, cuenta también con un grupo de variedades viníferas blancas argentinas, país en el que goza de extraordinario arraigo y constituye su máximo exponente dentro del sector vinícola. En este país, actualmente se están haciendo tratados para hacer un seguimiento de DOC (denominación de origen controlada) a altitudes que comúnmente superan los 1200 metros sobre el nivel del mar, similares a las que presenta, por tanto, Alcalá la Real. Los vinos resultantes suelen ser secos y muy aromáticos, ofreciendo notas que recuerdan uvas moscatel y jazmines. Habitualmente son de acidez moderada o baja (comparados con vinos blancos de otras regiones del mundo), y de final más bien amargo, aunque las versiones más pulidas tienden a atemperar esta característica. Algunos productores elaboran versiones dulces de cosecha tardía.
Se trata de una variedad de alta productividad y que madura pronto. Tiene racimos de tamaño grande y poco compactos. Las bayas son de tamaño mediano y forma redonda, color amarillo-ámbar notablemente perfumado. Produce vinos ácidos y aromáticos, sin mucho cuerpo. El aroma recuerda a la flor de azahar.
La campaña de recolección en los viñedos pertenecientes a esta empresa alcalaína se iniciaba esta misma semana y se prolongará, aproximadamente, hasta mediados de octubre. Según nos comenta su gerente, Marcelino Serrano, “el hecho de que hayamos tenido un verano bastante seco con temperaturas altas va a motivar que la producción por cepa sea entre un 20% y un 30% menor que la media, lo que tendrá una incidencia directa en la mejora de la calidad de la uva”.
Entre las novedades de esta nueva cosecha se encuentra el cambio en la graduación de los vinos blancos, que pasará a ser más suave, concretamente de entre 12,5 y 13º.
Viñedos y Bodega Marcelino Serrano pondrá durante esta campaña en el mercado una producción de unas 30.000 botellas, a partir de la producción de sus viñedos de El Cascante, Mures -donde se cultiva la variedad Syrah- y La Dehesilla. El compromiso con la producción de caldos de calidad hechos desde la Sierra Sur de Jaén seguirá siendo el signo de identidad de esta empresa que cuenta ya con una brillante trayectoria dentro del sector.
El creciente prestigio y reconocimiento de Viñedos y Bodega Marcelino Serrano viene, por otro lado, refrendado con actos como su participación en una degustación con los vinos de la empresa en el curso “Patrimonio intangible: aromas, olores y sabores”, impartido este jueves en la Sede Antonio Machado de la Universidad Internacional de Andalucía en Baeza , dentro de sus Cursos de Verano 2010, y en el que compartió presencia con la escritora Laura Esquivel. Este curso ha tratado el patrimonio inmaterial como la gastronomía, el paisaje, los jardines y la naturaleza como elementos necesarios, junto al patrimonio monumental, para conocer un lugar. Además de la escritora mexicana participarán en el curso los hermanos Juan Luis y Pedro Salcedo, del restaurante Juanito de Baeza, Víctor Manuel Mínguez, profesor de la Universidad Jaume I, Aniceto Delgado Méndez, Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, y la religiosa Sor Clara Jódar Santoyo, del Monasterio de San Antonio de Baeza.