Entre el 20 y el 25 % de los pacientes ingresados en unidades de cuidados paliativos requieren de sedación ante la presencia de un síntoma refractario, siendo los más frecuentes el síndrome confusional, la disnea -dificultad para respirar o falta de aire- o el dolor.
Son los datos que ha ofrecido este miércoles la Sociedad Española de Medicina Interna (Semi) tras abordar las últimas novedades en el campo de los cuidados paliativos y el adecuado abordaje de los pacientes en una jornada celebrada en Madrid.
Entre el 70 % y el 80 % de pacientes de Medicina Interna presenta en algún momento de su vida necesidades paliativas durante el transcurso de la atención médica; las más comunes suelen ser el control del dolor y de síntomas como astenia y anorexia y también la planificación de cuidados avanzados, ha explicado Gema Flox, coordinadora del Grupo de Cuidados Paliativos de la Semi.
De ahí la importancia, prosigue la doctora, de integrar los cuidados paliativos en la atención a los pacientes en Medicina Interna con enfermedades crónicas u oncológicas para mejorar así su calidad de vida y bienestar.
Durante el proceso de enfermedad avanzada, los síntomas más frecuentes suelen controlarse mediante un enfoque multidisciplinar que combina fármacos, terapias de soporte y atención emocional.
Pero cuando esos síntomas son difíciles y no responden a los tratamientos convencionales, se requiere un enfoque más especializado, y es aquí donde los cuidados paliativos expertos pueden emplear técnicas avanzadas, desde bloqueos nerviosos para el dolor hasta la sedación paliativa controlada, siempre teniendo en cuenta los deseos del paciente.
Según los datos de la Semi, entre el 20 % y el 25 % de los casos requieren sedación paliativa ante la presencia de un síntoma refractario, sobre todo síndrome confusional o delirium, disnea o dolor.
En este encuentro, internistas de toda España han ahondado en la relevancia clínica del control de síntomas, así como situaciones especiales, como el paciente que acude a Urgencias, y otros aspectos prácticos y éticos en el abordaje de situación de final de vida.
Así, los principales retos éticos en este ámbito son los relativos a garantizar que las decisiones médicas sean informadas y respeten los deseos del paciente, especialmente cuando éste no puede expresar sus preferencias.
También discutir sobre temas como "la adecuación de medidas diagnóstico-terapéuticas en situaciones de enfermedad avanzada, siempre teniendo en cuenta la autonomía del paciente en el contexto de una comunicación honesta y empática sobre el pronóstico, las opciones de tratamiento y las expectativas realistas".
Los expertos han coincidido en la necesidad de fortalecer sus habilidades de comunicación porque resulta esencial en situaciones de enfermedad avanzada para garantizar el bienestar emocional y físico de los pacientes con necesidades paliativas, ya que facilita la comprensión de sus necesidades, deseos y temores, ha destacado la doctora Flox.
Una atención de calidad y respetuosa con quien tiene una enfermedad grave o pronóstico de vida limitado también pasa por una planificación adecuada de cuidados paliativos, pues permite una comunicación abierta sobre las preferencias del paciente, asegurando que sus deseos sean respetados.
Y eso ayuda a mejorar la gestión de síntomas, reducir el sufrimiento y proporcionarle apoyo emocional tanto a él como a la familia.
Consciente de todo ello, y fruto del compromiso de la Semi en la atención de las personas con necesidades paliativas y en el de dotar de las herramientas necesarias a los internistas, la sociedad científica ha puesto en marcha, con el amparo de la Universidad de Barcelona (UB), la creación del "Curso de Experto en Cuidados Paliativos".
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