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La propuesta de reforma del mercado eléctrico y sus principales interrogantes

La propuesta de reforma del mercado eléctrico que debate la Unión Europea se presenta como una de las prioridades de la legislatura europea

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  • La propuesta de reforma del mercado eléctrico.

La propuesta de reforma del mercado eléctrico que debate la Unión Europea se presenta como una de las prioridades de la legislatura europea. Bajo el objetivo común e inequívoco de avanzar en la transición energética, proteger al consumidor ante futuras crisis e incrementar nuestra independencia energética, los expertos instan a evitar la segmentación de mercados, velando por medidas homogéneas que no pongan en peligro el mercado interior en la UE, y garantizar la competitividad de una industria que es vital en el modelo económico sostenible que Europa busca afianzar. 

Tras meses de borradores y consideraciones de los países miembro, se ha logrado un amplio consenso en torno a cuestiones cruciales. Esto incluye la promoción de la seguridad jurídica y la homogeneidad en la regulación del sistema eléctrico en todos los países de la UE. También se reconoce que el mercado representa el sistema más eficiente para determinar los precios, así como la necesidad de avanzar decididamente en la descarbonización, impulsando fuentes de energía renovable, el hidrógeno verde, sistemas de almacenamiento e importantes inversiones en redes. Estas acciones tienen como objetivo tanto fortalecer nuestra seguridad de suministro como reducir la volatilidad de los precios, originada por la dependencia de los combustibles fósiles. Este enfoque busca proteger a los consumidores industriales y domésticos y las inversiones en transición energética.

La eficacia del sistema marginalista y su rol en la reforma del mercado eléctrico

En el informe “Análisis de la Propuesta de Reforma del mercado eléctrico de la UE“, la consultora EY valora positivamente las medidas propuestas en términos de fortalecimiento del mercado y protección de los consumidores bajo la premisa de mantener el diseño de un sistema de formación de precios que ha demostrado su eficacia en términos de competitividad, garantía de suministro y apoyo a la transición hacia energías limpias.

En contra de una reforma del mercado eléctrico más radical, como la que propuso en su día el gobierno español y que fue rechazada por el bloque, la Agencia de Cooperación de los Reguladores de la Energía (ACER) destacó recientemente las bondades del diseño marginalista con una estimación monetaria de sus beneficios.

"En la última década, el comercio transfronterizo y los esfuerzos de integración de mercado liberalizado han reportado beneficios a los consumidores de unos 34.000 millones de euros al año", explicaba ACER en relación a la visión de reforma eléctrica española.

Los reguladores europeos explican que la estructura del mercado mayorista ha estimulado “el comercio transfronterizo entre los Estados miembros y mejora la seguridad del suministro en una zona geográfica más amplia. El diseño del mercado de la electricidad también facilita la adopción significativa de la generación renovable, cuya aceleración es probable que resulte un requisito previo para alcanzar a buen ritmo la trayectoria de descarbonización de la UE".

Evitar la segmentación del mercado

La paradoja actual radica en que dos de las naciones fundamentales que conforman la UE y su mercado único, Francia y Alemania, están mostrando una visión a corto plazo al priorizar sus intereses nacionales en sus propuestas de reforma del mercado eléctrico europeo. Francia defiende su energía nuclear, mientras que Alemania – que goza de unos presupuestos públicos fuertes- opta por proteger su industria, desoyendo las recomendaciones de expertos y grandes firmas internacionales, que instan a evitar la segmentación de mercados, velando por medidas homogéneas que no pongan en peligro el mercado interior en la UE y preserven el interés general del conjunto de los estados miembros.

Es el caso, por ejemplo, de la consultora PwC, que advirtió en un reciente informe que “una propuesta equívoca podría llevar a una situación en la que se rompa la solidaridad alcanzada entre los Estados Miembro, resultado que sería devastador para el cumplimiento de nuestros objetivos comunes de descarbonización e independencia energética, a la vez que un motivo que podría ocasionar la ruptura de Unión”. 

Una opinión compartida por EY. En su análisis sobre la propuesta de reforma del mercado eléctrico de España, también hincapié en la necesidad de desarrollar los mercados de capacidad, con el fin de que éstos se configuren como un elemento más del diseño del mercado, perdiendo su carácter temporal, y aseguren no sólo la firmeza y seguridad de suministro de los sistemas sino también, su flexibilidad.

Igualmente, esta consultora pone de relieve la importancia de las redes de transporte y distribución para hacer frente a los significativos retos a los que se enfrentan los sistemas eléctricos: mayor descentralización y democratización, mayor descarbonización y un aumento de la digitalización. 

En palabras de Antonio Hernández, socio responsable de Sectores Regulados, Análisis Económico y Sostenibilidad de EY, “es esencial que la planificación de las redes se anticipe a las necesidades de los sistemas energéticos para no obstaculizar los procesos de electrificación y descarbonización industrial y, además, que la metodología de retribución sea lo suficientemente clara y precisa para que los gestores de redes puedan conocer de antemano las inversiones que serán retribuidas por el sistema”.

En pleno debate sobre la reforma del mercado eléctrico europeo, es el momento de que España, en su turno de presidencia, inste a los estados miembros a demostrar su carácter de unión y se centre en dar respuesta a estos desafíos conjuntos para que los beneficios de un sistema descarbonizado lleguen a los consumidores.

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