El Comité Olímpico Español sumó un nuevo reconocimiento para sus vitrinas, al recoger su presidente, Alejandro Blanco, el XII Premio Cortes de la Real Isla de León 1810 a los Valores Constitucionales y la Defensa de las Libertades Democráticas. Fue durante el acto institucional de conmemoración de un nuevo 24 de Septiembre en la localidad isleña.
La jornada se inició al filo de las diez y media de la mañana cuando el máximo representante del organismo olímpico español sellaba su firma en el Libro de Honor del Ayuntamiento de San Fernando acompañado por la alcaldesa, Patricia Cavada. A renglón seguido, ambos presidieron junto al Comandante General de la Infantería de Marina, general de división Rafael Roldán Tudela, el acto de izado de bandera desarrollado en la Plaza del Rey.
Ya en el Teatro de Las Cortes lo primero que se pudo escuchar fue la interpretación del himno del Comité Olímpico Español con todo el respetable puesto en pie. Emilio Hurtado Egea, presidente de la Asociación de Clubes Deportivos de San Fernando, dio lectura al fragmento del Decreto de la Convocatoria a Cortes del 24S de 1810, mientras que Pepa Pacheco, concejala de Cultura, hizo lo propio con el certificado de la Secretaría General que recogía la concesión del XII Premio Cortes de la Real Isla de León 1810 a los Valores Constitucionales y la Defensa de las Libertades Democráticas.
Acto seguido, y tras las palabras de la responsable municipal de Cultura, la primera edil isleña hizo entrega de la distinción a Alejandro Blanco que recibió una importante ovación por parte del público que se dio cita en el Teatro de Las Cortes
Alejandro Blanco
En el turno de intervenciones, el presidente del COE destacó el “gran honor” que para él ha supuesto recoger el XII Premio Cortes de la Real Isla de León 1810 en calidad de presidente de dicha institución deportiva. “Una institución que lleva más de cien años al servicio del deporte, al servicio de los deportistas y al servicio de nuestro país”.
Blanco, quedijo que en sus 18 años en la presidencia había recibido numerosas distinciones, “pero puedo asegurarles que cuando recibí la llamada de la alcaldesa para comunicarnos que recibíamos ésta mi primera impresión era que se había equivocado, que no me estaba llamando. Porque este premio tiene un significado muy, muy importante para nosotros. He sentido alegría, emoción y en este momento sentimientos difíciles de explicar”.
Y proseguía señalando que “este premio que hemos recibido nos comporta una inmensa responsabilidad y humildad. Responsabilidad porque quien recibe una distinción como ésta se convierte de manera inmediata en salvaguarda de los valores que representa. Y humildad porque no debemos de olvidar que somos los herederos del inconmensurable sacrificio de hombres y mujeres que hicieron posible que hoy celebremos la unión de dos realidades paralelas y entrelazadas; los valores democráticos y los valores olímpicos”.
El presidente del COE hizo hincapié en que “los valores son por lo que vivimos, son las causas que defendemos y es por lo que luchamos. He reflexionado mucho tiempo sobre cómo podría agradecer este reconocimiento, porque no hay palabras que puedan expresar todos los sentimientos que siento desde que llegué aquí. El escenario no podía ser más imponente y, desde luego, más inspirador. En estos muros hace ya 213 años un grupo de próceres de todos los rincones de España y de los rincones de ultramar, decidieron convertirse en hombres de su tiempo y abrazar el progreso en un momento en el que las tropas de Napoleón recorrían la península con la amenaza de una nueva tiranía. Quiero hacer un alegato por aquellos diputados que entre septiembre de 1810 y febrero de 1811 se reunieron en este teatro para redactar la primera constitución de esta país con el ejército invasor a las puertas. Cuanta valentía, que sacrificio, que compromiso inigualable con el futuro de nuestro país. Si este premio honra esos valores, personalmente y como presidente del Comité Olímpico Español lo recibimos con un orgullo infinito”.
Alejandro Blanco recordó que “no podemos olvidar que la democracia y el olimpismo son hijos de una misma cuna: la griega. Mientras en Polis los ciudadanos sentaban las bases de una participación política menos autoritaria y más representativa, en la arena de Olimpia los atletas competían de igual a igual en busca del honor y la victoria contra sus semejantes o entre sus semejantes. Creo que ambos hechos están relacionados”.
Para el máxima responsable del COE “los valores democráticos tienen un reflejo directo en las competiciones deportivas con la justicia, igualdad, mérito, respeto, esfuerzo o responsabilidad. Son valores inseparables del deporte, pero también son valores inseparables de cualquier sociedad constitucionalista. Es nuestra obligación ensalzar y mantener positivos esos valores. Esos valores se convierten en nuestro destino y la suma de todos ellos definen nuestra identidad como personas y como sociedad. Y esos valores también se encuentran en cualquier competición olímpica”.
“Olimpismo y democracia están estrechamente entrelazados y no se pueden entender el uno sin el otro”, añade Blanco, quien señala que “el deporte olímpico es una demostración pública de la constante búsqueda de la excelencia. La competición es justa, igualitaria y representativa. Es la plasmación figurativa de los primeros elementos que rigen nuestra sociedad y que se defienden en los textos constitutivos”.
El presidente recuerda que COE, al igual que el resto de los españoles, “estamos amparados jurídicamente por nuestra Constitución. El movimiento olímpico cuenta con su propia Carta Olímpica, que fue publicada por primera vez en 1908 y que periódicamente se renueva para actualizarse a un fenómeno tan dinámico como es el deporte de élite. La Carta Olímpica es el elemento estatutario que rige nuestra actividad. Es el marco que recoge los principios básicos del olimpismo y establece los derechos y deberes de todos los que formamos parte de él. Su segundo principio fundamental establece que el objetivo del olimpismo es poner siempre el deporte al servicio del desarrollo armónico del ser humano, con el fin de favorecer el establecimiento de una sociedad pacífica y comprometida con el mantenimiento de la dignidad humana”.
“Desarrollo, paz y dignidad humana son conceptos que inspiran a la Constitución de 1812 y que están presentes en la Constitución actual de 1975. Si el marco constitucionalista es una condición indispensable para alcanzar la paz, la dignidad y el desarrollo; el deporte debe de ser y es uno de los mejores medios para lograrlo. Al igual que cada ciudadano deposita su confianza en un diputado para que represente y defienda estos principios, el deporte olímpico, como máxima expresión del hecho deportivo y de la excelencia debe y puede contribuir a esta búsqueda a través de las atletas”, sentencia Alejandro Blanco.
En el tramo final de su discurso, el presidente del COE dijo que “el esfuerzo y los éxitos de los atletas representan el orgullo y la identidad nacional de sus conciudadanos, de todos los españoles. Y nosotros, como Comité Olímpico, asumimos la misma responsabilidad que los más de 700 diputados adquirieron en este mismo lugar hace ya dos siglos. Si la libertad es el combustible del progreso, la llama olímpica es la esperanza de los ciudadanos, que confían en nuestro trabajo para que su impulso y su luz no se detengan”.
“Muchas gracias alcaldesa y conciudadanos de San Fernando por incluir el nombre del Comité Olímpico Español en una larga lista de personalidades que son parte de la identidad histórico cultural de nuestro país pero, sobre todo, muchas gracias por otorgarnos el privilegio y la responsabilidad de perpetuar el espíritu y los valores de la Constitución de 1812, que nos hacen pensar, soñar y trabajar por una España con valores, integradora, competitiva, sin complejos, reflexiva e igualitaria. Una España admirada y aplaudida en todo el mundo. Espíritu y valores que nosotros defenderemos de la misma forma que cada día honramos con los valores y el espíritu olímpico. Hoy más que nunca podemos decir con la cabeza bien alta que viva la Constitución, viva el movimiento olímpico pero, sobre todo, que viva la Pepa”, finalizó Blanco.
La alcaldesa
Por su parte, la alcaldesa isleña indicó que “los valores que el movimiento olímpico abraza, y con los que millones de personas de distintas latitudes y culturas lo han identificado a lo largo de toda su historia, son los mismos que sostienen a este Premio y los mismos que la ciudad de San Fernando y sus gentes protegen como fieles herederas de la memoria política y social de aquellos diputados; pero sobre todo, protegen en nombre del futuro de la humanidad y de nuestro hogar común”.
Y añadió que “la contribución del movimiento olímpico para construir una sociedad más libre, justa, democrática y feliz gracias a su compromiso transversal con los derechos humanos es innegable”, recordando que “Río 2016 - gracias a la creación del Equipo Olímpico de Refugiados- pellizcó la conciencia del mundo y le recordó el drama que cruza a las más de 100 millones de personas que se han visto obligadas a huir de sus hogares sin mirar atrás, amenazadas por el hambre, los conflictos armados, la vulneración sistemática de su derechos y la negación de su identidad. Más de 35 millones de esas personas son refugiadas. Y otros tantos millones sin cuantificar, apátridas a quienes se les ha negado una nacionalidad y el acceso a derechos tan básicos com la educación, la salud, el empleo y la libertad de movimiento, como nos recuerda ACNUR, organización internacional que desde 2016 ostenta este Premio de las Cortes”.
La primera edil isleña alabó la labor que, en este sentido, realiza el Comité Olímpico Español con la puesta en marcha en Getafe del primer centro de entrenamiento e integración del mundo para personas refugiada. Cifra que se verá ampliada durante los próximos años con más centros de similares características en territorio español.
Cavada se detuvo en la “capacidad” del COE para “crear referentes desde la diversidad y contagiar a agendas políticas y mediáticas”, ahondando en casos como la de los Juegos Paraolímpicos y los pasos que se han ido dando en la integración durante los últimos años en este sentido.
La alcaldesa, y también en clave deportiva, destacó los avances que en materia de igualdad se están viendo en los últimos años, si bien deja claro que “queda mucho trabajo por hacer para lograr la igualdad de género real en el deporte, para combatir la discriminación y la desigualdad. Lo estamos viendo estos días. Queda mucho aún para que correr como una niña mute de un insulto a expresión de inspiración y admiración. Nadar como una niña, driblar como una niña, remar como una niña, boxear como una niña”.
Por último, Cavada entiende que “el deporte y el movimiento olímpico como embajadores del gran cambio definido en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ambiciosa Agenda 2030”.
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