Según el presidente del colectivo, Jesús Palomo, las quejas de los de los vecinos “ante la rabie, cólera, ira e impotencia” llegan con más frecuencia a la Asociación.
Comentan que “hay vecinos que han tenido que comenzar a tomar pastillas para dormir” . “No hay delicadeza por parte de los operarios de las obras, te dejan puesta la marcha atrás con el ruido que los tractores y las máquinas tienen al estar en este estado atrás mientras descargan toneladas de hierros con el pitido continuo y molesto que se te mete en las entrañas de tu cabeza”, asegura Jesús Palomo.
Por otro lado, los propios vecinos, preguntados al respecto por este medio, han denunciado que “esto es desesperante, los tres días que toca turno nocturno son para irse de aquí a dormir a otro lado, porque más ahora en verano, que tenemos que tener las ventanos abiertas, el ruido es insoportable”.
De hecho, las molestias de las obras están llegando a un extremo que son muchos los socios de Palos Blancos que a través de su página web lanzan un mensaje de SOS a la ciudadanía a la vez que dan muestra de su cólera y de su insistencia diaria en preguntarle a los operarios “¿cómo lleváis las obras?”, pregunta a la cual, según los vecinos, no hemos tenido respuesta alguno, tan sólo a veces nos dicen que “aún os queda bastante”.
Por esta razón, en la próxima reunión y asamblea general de los miembros de la asociación vecinal de Palos Blancos, que según su presidente “tendrá lugar a mediados de agosto, puesto que nos vamos de vacaciones”, se va a tratar el tema y se tratará de buscar a un mediador entre Adif y la empresa que desarrolla el gálivo (el paso subterraneo transversal a las vías) “para que se tenga más delicadeza, más conciencia cívica de los operarios con el descanso de los vecinos en estos tres días nocturnos semanales ya que lo único que desean es poder descansar en sus hogares”, afirmó Palomo.
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