Un palestino murió este viernes por disparos del Ejército de Israel durante una redada en el norte de Cisjordania ocupada que derivó en enfrentamientos, informaron fuentes oficiales, en medio de un grave repunte de violencia en la zona.
"Abdul Rahim Fayez Ghanem, de 36 años, fue asesinado por disparos en la cabeza, en la localidad de Aqabah, en la zona de Tubas", informó el Ministerio de Sanidad de la Autoridad Nacional Palestina.
Los disparos provinieron de "las fuerzas de ocupación israelíes", aseguró la agencia oficial de noticias palestina, Wafa, que además dio cuenta de tres heridos.
El Ejército israelí confirmó su operación en Aqabah, en la que sus soldados rodearon el edificio donde se encontraba "un sospechoso buscado".
Las fuerzas israelíes "utilizaron lanzamisiles y lanzagranadas", indicó un portavoz militar, al asegurar que hubo "disparos entre soldados y milicianos" palestinos, sin que se registraran heridos en las tropas israelíes.
Dos palestinos fueron arrestados por las fuerzas israelíes, que además se incautaron dos artefactos explosivos de fabricación casera, equipo militar, una pistola y cargadores.
Por otro lado, en operativos diferentes, el Ejército de Israel detuvo a otros siete palestinos en las localidades de Beit Umar, Wadi Siman y en la ciudad de Nablus.
También esta madrugada, el Ejército israelí realizó una operación en la aldea de Deir Amar, en el centro de Cisjordania ocupada, para localizar la casa familiar del palestino que el jueves realizó un presunto atropello intencional en un puesto de control militar, dejando un soldado israelí muerto y otros tres heridos.
El presunto atacante fue asesinado a tiros por las autoridades después del incidente.
Durante la operación para localizar su vivienda, "se desarrollaron disturbios violentos, en los que sospechosos arrojaron piedras y lanzaron bombas molotov a las fuerzas, que respondieron con medidas de dispersión", explicó el vocero militar.
Las fuerzas israelíes suelen localizar para luego demoler las casas de los autores de ataques mortales, una práctica fuertemente criticada por organizaciones internacionales de derechos humanos, que la califican de "castigo colectivo".
La violencia ha escalado significativamente este año en Cisjordania, Jerusalén y distintas ciudades de Israel, una zona que vive su año más sangriento desde la Segunda Intifada (2000-2005).
En lo que va de año 188 palestinos han muerto en el marco del conflicto en Cisjordania o en territorio israelí. La mayoría eran atacantes o milicianos que murieron en enfrentamientos armados con tropas israelíes, pero también había civiles, entre ellos 35 menores.
Del lado israelí, los fallecidos por ataques palestinos suman 32, en gran parte colonos, y también tres miembros de las fuerzas de seguridad.
En el norte de Cisjordania se han hecho fuertes nuevas milicias que han aumentando los ataques contra colonos y soldados. Los ataques cometidos por palestinos de forma individual también incrementaron, así como las agresiones y los actos de violencia de colonos de línea dura.
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