Existe en la actualidad un deseo absoluto de que la verdad, no solo no prevalezca, sino que su existencia, dejando aparte la excepcionalidad de la muerte, sea difícil mantenerla dentro del equilibrado y rígido compartimiento que todo hecho inequívoco posee. Todo acontecimiento real es verdadero mientras está ocurriendo, pero inmediatamente después al quedar sometido al ojo o al criterio del observador, cambia de lecho y los brazos de la relatividad es la cuna donde se mece. La relatividad no es sinónimo de engaño, pero tampoco deja de perder la amistad con el mismo. Se han construido demasiados puentes de relativismo, en nuestra cultura y civilización actual, para evitar, tener que cruzar el río de la verosimilitud.
Se llegó a vivir una época en la que lo más ansiado era el "deseo de perfección". Era el tiempo en que los sentimientos, en general, tenían su aposento en la víscera cardíaca.Ciencia e inteligencia marchaban paralelas a la creencia y siempre con la esperanza, de encontrarse en lo infinito.
La ingenua y a veces maliciosa tendencia democrática a considerar iguales a todos los seres humanos, ha visto en la relatividad el "arma más propicia" para el derribo de lo cierto y el bufón progresismo actual con su duro núcleo mediocre y la superficialidad de su ignorancia, como nueva moda, no solo nos ha igualado en la indumentaria con sus rasgados rotos y flecos, en ambos sexos, sino que también ha llevado al ser humano a creer. que toda opinión es respetable, aunque esté desnuda de conocimiento, experiencia y estudio. De esta forma se está consiguiendo dilapidar el concepto de último, para que no exista un primero, el suspenso para acabar con los ejemplares sobresalientes. Ya no se miente, se cambia de criterio. Blasfemia, sedición, conspiración o rebelión, son venialidades propias de la gente que reclama sus derechos. Los delitos de odio, son aquellos que cometen los que no están adheridos a la cuerda del poder. El plagio es una forma de influencia intelectual incorporada completa y literalmente a una obra. El engaño es la cara más sagaz de la elocuencia. El decreto/ley, es la máscara que oculta la imposición dictatorial. La "okupación" es la forma más humana de conseguir la propiedad de una vivienda por el procedimiento de "patada y puerta". El radicalismo excluyente, se sigue pintando de azul, la cultura y el progreso, blancos en su origen, se embadurnan de rojo. La tradicional creencia religiosa, solo se admite si se presenta bajo la parafernalia cofradiera. La omnipresencia divina se está sometiendo al desahucio. La educación es el adoctrinamiento laico e ideológico que todo poder intenta conseguir. Se puede seguir y no quedaría en blanco ninguna hoja en el bloc de las anotaciones.
El cerebro se ha adueñado de todo. Extendida la corteza cerebral no alcanza más allá de la superficie de un folio. Pero ahí está todo lo que somos, pensamos y expresamos, incluidos la verdad, los sentimientos y también las dubitaciones y relatividades. Los logros conseguidos por el sistema neuronal han sido tan sorprendentes como eficaces. Tierra, mar y aire, se subyugan ante la evolución de nuestras investigaciones y descubrimientos. Perforado por las impresionantes máquinas voladoras, lo que creíamos cielo es solo una visión distorsionada y azul de nuestra atmósfera. Se considera que todo es evolución, no creación. Sin embargo, el ser humano empieza a sentir estupor, cuando una "inteligencia artificial" hija de la "inteligencia natural", de modo admirable y ensimismático, nos sobrepasa y nos sentirnos víctimas de nuestra propia soberbia intelectual. Es por lo que comienzan a emerger voces que intentan anular el crecimiento artificial al que estamos sometidos.
Mientras tanto las relaciones humanas siguen, como desde hace siglos, su periodo de hibernación. Los vicios arrasan. Virtudes y valores menguan progresivamente. Pobreza y tiranía crecen desmesuradamente por los extremos, dejando un centro de esclavitud a los responsables de siempre, a esa "masa trabajadora", que cree u obedece a Cartas Magnas, leyes y decretos. Y es la que hastiada se ha apuntado al relativismo.
Me vuelvo al corazón, aunque me lo presenten como víscera muscular, con solo unas 80 mil neuronas, e incluso como glándula, pero sé que es una máquina enormemente eficaz, quizás la que más, de todas las conocidas, gracias a su retorcida contracción mediante un haz de fibras alucinantes. Tiene vida y sentimientos, sobre todo cuando es invadido por la ternura, cuando se siente acariciado por unas manos como las de amigo el Profesor José Manuel Revuelta Soba, conocedor de su vida diaria, de su fisiología y también de sus estados dolosos, de su patología, que resuelve con su sapiencia y lo más importante, es capaz de darle continuidad a su vida, en una "especie de resucitación o trasplante" en una morada diferente, cuando la suya ha fallecido. Pepe Revuelta tiene un triunvirato de amores, su familia, el corazón y su Isla. Y sigue considerando a la víscera cardiaca como un marcador de los sentimientos. Que alegría estar en el listado de amigos de esta excelsa persona. Que tristeza tener que convivir con tanto laicismo y relativismo, porque hay una ignorancia disfrazada de pseudointelectualidad que ocupa lugares de mando que debían estarle proscritos.
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