Al lugar del suceso se desplazaron seis bomberos en dos vehículos. Una vez allí atendieron a una mujer que se encontraba en la vivienda en el momento del derrumbe, pero que no había sufrido ningún daño.
La dotación encontró restos del derrumbe del techo de escayola de la cocina, que había provocado daños en parte del mobiliario. Una vez en el lugar inspeccionaron el estado de las vigas de hierro y terminaron de desmontar el techo de la cocina. Tras el saneado se percataron de que el techo de escayola del baño también presentaba riesgo de caída, procediendo a realizar un acata y desaconsejando el uso del mismo.
No es la primera vez que los Bomberos tienen que reconocer la finca y los alrededores.
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