Y es que después de numerosas reuniones para establecer la entrada al mismo, ya que la principal se descartó por el problema de que algún niño pudiera correr peligro debido a la proximidad de la carretera, entre la comunidad de propietarios y Palos Blancos se llegó al acuerdo de establecer mediante indicaciones un acceso público lateral.
El roblema es que quien hizo la ley, hizo la trampa, y para poder acceder a este parque infantil y a sus zonas verdes, algo que es posible debido a que se encuentra en suelo público, hay que molestar a vecinos, pues la puerta está cerrada y hay que hacer uso de los telefonillos.
Después de varias comprobaciones por varios miembros de la junta directiva de Palos Blancos sobre la imposibilidad de hacer uso de unos jardines de titularidad pública, el colectivo vecinal ha vuelto a tomar cartas en el asunto con más fuerza que nunca. Para ello, han decidido tratar de mantener una reunión con la junta de propietarios de Jacaranda, avisar de lo sucedido al Defensor del Pueblo y hacer más cartelería para indicar el camino más corto de entrada.
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