Los técnicos creen que hay que hacer un seguimiento a largo plazo
La Consejería para la Igualdad y Bienestar Social ha desarrollado un proyecto piloto de reeducación con 48 hombres condenados por violencia machista, y los primeros resultados han sido “alentadores”, aunque los técnicos consideran que se debe hacer un seguimiento a largo plazo para ver su utilidad.
Así lo dijo ayer a los periodistas el coordinador del programa, Juan Ignacio Paz Rodríguez, quien resaltó que las sesiones terapéuticas con los maltratadores consisten en “cambiar una mentalidad, y eso nunca ha sido fácil”.
“Lo que tenemos que cambiar no es que un señor pierda los nervios, sino una violencia instrumental para conseguir unos fines ideológicos, que es imponer el dominio sobre otra persona por una ideología sexista” basada en que, “como soy hombre, tengo más poder”, enfatizó Paz.
Los 48 hombres acogidos al programa tienen una suspensión de condena a cambio de que hagan un programa de reeducación, una orden de alejamiento de su mujer y los hijos, no pueden portar armas y no pueden comunicarse con la víctima.
Los hombres, repartidos en cuatro grupos de doce, han recibido 48 horas de terapia repartidas en 25 sesiones por parte de psicólogos de las universidades de Sevilla y Granada, y está previsto que se les haga un seguimiento al menos hasta diciembre próximo.
La directora técnica del programa, Francisca Expósito, reconoció que atajar completamente el problema de los agresores es una cuestión “a largo plazo” e indicó que los hombres, cuando empiezan la terapia, “no saben por qué están ahí”.
La directora del programa, cuya experiencia ha servido para extenderlo a ocho comunidades españolas en coordinación con el Ministerio, reconoció que existe una “carencia” para hacer un seguimiento de los maltratadores cuando han acabado de cumplir sus condenas, por lo que ha dicho que este extremo se debería plantear como una “obligación”.
La consejera para la Igualdad, Micaela Navarro, coincidió con los técnicos en afirmar que, en principio, las terapias “son positivas”, y remitió al futuro para ver cómo los hombres aplican las nuevas enseñanzas en su vida diaria.
Navarro subrayó que “lo más importante de la terapia es que el agresor entienda que tiene un problema”, e indicó que la particularidad de los maltratadores “no es que sean agresivos”, sino el hecho de que a “una persona le salga esa vena agresiva con quien considera más vulnerable y débil”.
Navarro también apuntó que las absoluciones en los juicios por violencia machista se deben a la falta de pruebas y no al hecho de que se trate de denuncias falsas, refiriéndose al hecho de que en la memoria de la Fiscalía de Violencia a la Mujer en Andalucía de 2009 recoge que de las 9.204 sentencias, 3.590 fueron condenatorias, 3.282 de conformidad y el resto (2.332) absolutorias.
Mientras, la psicóloga del Centro de Menores El Laurel, de Madrid, Ángela Matallanos, señaló ayer que el perfil del menor maltratador en el ámbito intrafamiliar es el de un varón de 17 años con un nivel cultural alto y sin delitos previos, aunque los primeros indicios de conducta violenta empiezan a partir de los 12 años.
Intenta quemar a su ex pareja
Un hombre de 42 años ha sido detenido por la Guardia Civil en Los Palacios (Sevilla) por rociar con líquido inflamable a su ex pareja para prenderle fuego, después de que la víctima hubiera abandonado al presunto agresor.
Según la Guardia Civil, los agentes recibieron la llamada de una mujer “muy asustada” que alertaba de que su ex marido, que la había rociado con un líquido inflamable, pretendía matarla y que en ese momento se encontraba en un negocio de su propiedad. Los agentes lo hallaron en el cuarto de baño, del que salió corriendo con un cigarrillo en una mano y un mechero en la otra.
