Con esta iniciativa, la Consejería de Medio Ambiente incrementará los medios técnicos destinados a medir la calidad del aire y la efectividad de los proyectos correctores llevados a cabo. De este modo, a la cabina fija de control que ya funciona en la localidad se sumarán unidades móviles para el seguimiento tanto del estado de la atmósfera como de los focos potencialmente contaminantes en tiempo real. Junto con los nuevos equipos, también se reforzará la planificación de controles.
Las medidas para mejorar la calidad atmosférica en Villanueva del Arzobispo se iniciaron en 2002 ante la reiterada superación de los valores límites permitidos de presencia en el aire de partículas en suspensión de tamaño inferior a diez micras. Aunque este tipo de contaminación se debe también a causas naturales como la intrusión de partículas procedentes de los desiertos africanos, favorecidas por las especiales condiciones orográficas de la zona, los episodios se hacían especialmente frecuentes durante las épocas de pleno funcionamiento de las industrias aceitera y orujera.
Los proyectos llevados a cabo, fundamentalmente la reubicación de la planta orujera y la sustitución del orujillo como combustible en los sistemas de secado, han tenido un sensible efecto de mejora de la calidad del aire. Así, mientras en 2005 el valor límite diario de 50 microgramos de partículas por metro cúbico se superó en 57 días (22 más de lo permitido por la legislación), el pasado año este tipo de episodios se redujo a 8 días. En lo que respecta a la media anual, cuyo valor límite es de 40 microgramos por metro cúbico, en 2009 se registraron 18, frente a los 43 de 2005.
Villanueva del Arzobispo, ubicada en una de las principales áreas de acceso al Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas, tiene 8.714 habitantes y su economía depende mayoritariamente del cultivo del olivar y de la industria oleícola. Ambos sectores dan empleo al 55% de la población activa del municipio.
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