El jurado popular declaró ayer inocente al joven acusado de matar a puñaladas a su padre en la madrugada del 1 de enero de 2008 en Alcalá de Guadaíra (Sevilla).
El abogado del acusado, Manuel Salinero, explicó a Efe que el jurado -por unanimidad- ha aplicado las eximentes completas de legítima defensa y de miedo insuperable del joven, y ha considerado que el parentesco con la víctima no era una agravante.
El joven, A. D. P, para quien la Fiscalía solicitaba ocho años de cárcel, relató en el juicio celebrado en la Audiencia de Sevilla cómo apuñaló dos veces a su padre cuando intentaba clavarle un cuchillo jamonero durante un enfrentamiento que se desencadenó cuando el fallecido, A. D. G, de 57 años, encañonó con dos escopetas a su esposa y amenazó con matarla.
La Fiscalía había aplicado, en su petición, la eximente incompleta de legítima defensa, precisó a Efe el abogado defensor del joven.
El enfrentamiento entre padre e hijo se inició después de que el progenitor saliera de la casa con tres escopetas para disparar “porque no soportaba los petardos que estaban tirando los vecinos”.