En una entrevista con Efe, Díaz Ferrán explicó que su previsión es que 2010 termine con más parados que un año antes, ya que en el conjunto del ejercicio la patronal calcula que la economía se contraerá el 0,3% en tasa interanual, aunque no por ello tenga que volver a entrar “técnicamente” en recesión.
El patrón de los empresarios advirtió además de que si el próximo año la economía no avanza “más allá” del 0,7 o el 0,8% en el acumulado del ejercicio, “difícilmente parece que se vaya a crear empleo”.
Además, Díaz Ferrán, quiere que el decreto ley con la reforma laboral contemple la rebaja de las cotizaciones empresariales a la Seguridad Social a partir de 2012 para, paulatinamente, llegar en 2015 a un recorte de cinco puntos, una reivindicación histórica de la patronal.
“Hemos querido ser solidarios y colaboradores en ese sentido”, subrayó el presidente de la patronal, pero recordó que las empresas españolas pagan 5 puntos más que la media europea y recuperar esos cinco puntos “irá a favor de la creación de empleo”.
La CEOE, además, ha presentado propuestas en materia de contratación, despidos, negociación colectiva o absentismo laboral y, a pesar de que reconoce la dificultad de llegar a pactos, mantiene la “esperanza” de que los grupos parlamentarios tengan “altura de miras” y “se den cuenta de lo que necesita España”.
El secretario general de Comisiones Obreras, Ignacio Fernández Toxo, considera que el presidente de la patronal CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, estuvo “muy condicionado” por la situación de sus empresas en la reforma laboral, tanto dentro de la propia patronal como en la mesa de negociación.
“Creo que en la mesa estaba más atento a la evolución de sus negocios y por otra parte, pretendiendo trasladar prácticas que se venían produciendo en el ámbito de sus empresas al marco general, impregnando con ellas la reforma”, aseguró Toxo en una entrevista con la cadena de televisión La Sexta.
El sindicalista puso como ejemplo la idea que, según él, tiene Díaz Ferrán de la reducción de los salarios porque, para Toxo, “algún anclaje” tendrá en el hecho de que “no es la primera vez que (el empresario) deja de pagar el salario a sus trabajadores”.
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