La Sección Tercera de la Audiencia, en un auto al que ha tenido acceso Efe, acepta la petición de abstención presentada por el juez de Menores 3 de Sevilla, dado que a lo largo del procedimiento ha tenido con él un contacto “trascendental y relevante” mediante numerosas resoluciones en las que “ha tenido que conocerlo en toda su extensión, valorarlo y formarse un cierto criterio”.
Todo ello le priva “de la imparcialidad objetiva exigible” para juzgar a Javier G.M., entonces de quince años, y además abstenerse de juzgar el caso “elimina toda duda, sospecha o recelo” por parte de las personas que van a participar en el proceso.
Un portavoz del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha dicho a Efe que, según las normas de sustitución, el menor de edad será juzgado por el titular del juzgado de Menores 1 de Sevilla, donde la Fiscalía pedirá para él seis años de internamiento y tres de libertad vigilada por la violación y asesinato de Marta el 24 de enero de 2009.
Las fuentes han añadido que respecto a la recusación de la jueza designada presidenta del jurado para juzgar a los cuatro acusados que son mayores de edad, el TSJA ha decidido remitir el asunto a la Fiscalía del alto tribunal andaluz para que se pronuncie, a la vista del informe de la propia afectada según el que se siente contaminada al haber resuelto los recursos de la fase de instrucción.
Esperando al TSJA
El caso se encuentra a la espera de que se pronuncie el TSJA para fijar la fecha del juicio con jurado, en el que la Fiscalía pedirá 52 años de cárcel para el asesino confeso, Miguel Carcaño, por presuntos delitos de asesinato, dos de violación y otro contra la integridad moral de los padres de la víctima.
En cuanto al juez de Menores, la Audiencia acepta su abstención con objeto de “extremar las garantías” ya que el magistrado Rafael Cuerda ha tenido un “íntimo contacto previo” con el objeto del juicio, pues decidió el internamiento preventivo del acusado, lo prorrogó el máximo legal posible y decretó el secreto sumarial.
Además, cuando el chico quedó libre en noviembre de 2009, dictó las medidas de convivencia en un piso tutelado y la orden de mantenerse alejado a más de 50 kilómetros de la familia de Marta.
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