En esta segunda sesión del juicio, el menor declaró en calidad de testigo y corroboró que entre ambos acordaron robar a Pedro Martínez, ya que “se decía que éste tenía un dinero que le habría dado un cura”, y en este sentido R.R.C argumentó que P.G.R le propuso llevar a cabo el robo, así como que fue éste el que, tras ir juntos a una obra cercana, le pasó al interior del solar, situado en la Plaza de la Soledad donde dormía la víctima, el listón de madera con el que el menor le golpeó, “después de que Pedro Martínez, para defenderse, le intentara atacar con una navaja”. El menor sitúa al procesado con él en la Plaza de la Soledad el día de los hechos, 17 de diciembre de 2008, y relató cómo estuvieron “bebiendo cerveza juntos y acordaron realizar el robo”. No obstante, tal y como señaló la Fiscalía, P.G.R dijo que “se fue en un coche por la tarde a dar una vuelta y se fue a su casa a las 22,30 horas, mientras que R.R.C y otros testigos lo sitúan con el menor”.
Pese a que el adulto en la sesión primera narró que el menor podría imputarlo en el caso porque días antes tuvo el menor una pelea con una navaja, que le arrebató a R.R.C., el entonces menor dijo que sí hubo una “discusión”, pero por problemas con unos 200 gramos de hachís. No obstante, a pregunta del Ministerio Fiscal, negó que imputase a P.G.R por “venganza o por hacerle daño”.
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