El principal objetivo de la medida es concienciar al usuario de los gastos que conlleva hacer uso de los recursos médicos, que se haga un uso responsable del derecho a la sanidad pública que posee España, y conocer, factura en mano que el sistema de salud no es gratis, sino que nace del esfuerzo de todos los contribuyentes.
La factura informativa de gastos médicos fue anunciada el pasado 16 de marzo por Trinidad Jiménez. La verdad que entre que ese día debutaba la selección en Sudáfrica, y que el Gobierno aprobaba el abaratamiento del despido, la medida quedó en un segundo plano, pero la intención ministerial parece firme. A partir de septiembre, los ciudadanos podrían recibir una factura informativa del coste que supone para el sistema una atención médica.
Aún no hay aspectos detallados, ya que el Gobierno tendrá que sentarse con el Consejo Interterritorial de Salud, compuesto por las comunidades autónomas, y acordar en qué tipo de servicios médicos se emitirá esa factura.
Pero el anuncio ha servido para indagar los costes de diferentes servicios médicos en Andalucía. Según los datos que maneja la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, referido a la media del año 2008, los ciudadanos pueden saber el coste estimado en diferentes servicios médicos. Así, por ejemplo, un parto sin complicaciones tiene un coste de 1.600 euros, lo que se encarece hasta los 3.000 si la parturienta tiene que someterse a cesárea; una persona que salga de un hospital con una prótesis de cadera habrá supuesto un gasto de 13.000 euros; una operación de apendicitis, sin complicaciones, cuesta 2.500 euros, llegando a los 6.000 si el proceso sufre complicaciones; 96000 euros cuesta un transplante de corazón, y unos 60.000 es el coste de un transplante combinado de riñón y páncreas.
En cuanto a tratamientos, algunos de los precios que puede conocer el usuario son: realizarse una biopsia, incluido el trabajo de laboratorio, cuesta 100 euros; una ecografía abdominal, 35; una sesión de diálisis cuesta 200 euros, y una radio terapia alcanza los 100.
Información, conciencia y uso responsable del sistema médico. Son las principales líneas de un programa en gestación que desde la Organización de Consumidores y Usuarios se valora como “una buena medida”. Eso sí, consideran que “llega tarde”. “Concienciar a los consumidores y pacientes de lo que cuesta el acto médico y las medicinas es básico porque el dinero que se utiliza para financiar ambas cosas es de todos y sale de los impuestos”, valoran desde la organización.
Por lo testado en la calle por Viva Huelva, no parece que la puesta en práctica de esta medida vaya a suscitar demasiada polémica. Por unanimidad, los consultados por este periódico lo ven como una medida favorable, ya que podrá facilitar un uso más responsable de los servicios médicos, y valorar el privilegio de contar con una sanidad pública, pero que no es gratis, sino pagada por el bolsillo de todos los contribuyentes. Así que prepárese porque puede ser que muy pronto el médico le pase factura, por suerte, sólo informativa.
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