El pasado sábado en el Auditorio de La Alameda el artista barcelonés José María Sanz, conocido como Loquillo, ofreció un show que comenzaba con sus temas más recientes en las últimas 2 décadas y que remató acertadamente con grandes clásicos que lleva en su mochila artística, muestra de ello fueron Rock & Roll Star, Cadillac Solitario o La Mataré.
La Mataré fue compuesta en 1987 por Sabino Méndez que fue guitarrista y compositor de muchas de las canciones de la banda Loquillo y Los Trogloditas durante los años que pasó por la misma. Un himno del rock español coreado por muchos y odiado por otros. La canción a nivel armónico es una cadencia andaluza (influencia de la rumba catalana de la época), pero llevada al rock afilado y macarra que el grupo catalán tenía como sello en aquella época.
Durante un puñado de años Loquillo dejó de tocar este tema debido a las no pocas críticas recibidas sobre la temática de la canción. Una parte de la sociedad acusaba a “La Mataré” de contener una letra que hacía apología de la violencia de género. El cantante barcelonés no lo pensó dos veces y eliminó radicalmente un tema que había sido habitual en sus shows.
Años más tarde vuelve a incluir la canción en sus espectáculos en directo y reconoce en una entrevista que se autocensuró, pero tras madurarlo llega a una conclusión: las canciones no dejan de ser relatos que pueden ser autobiográficos o ficción, haciendo hincapié que un autor o intérprete no tiene porqué compartir ni hacer apología de una historia inventada.
El sábado, en La Alameda, unas 5000 seguidores de Loquillo cantamos, bailamos y saltamos con La Mataré, entonces me pregunto: ¿Nos convierte eso en 5000 personas sin escrúpulos que nos mostramos a favor de la violencia de género?
Por suerte y por lógica ningún asistente al concierto de Loquillo el pasado sábado hemos sido señalados con el dedo acusador por entonar La Mataré, pero ¿Ha sido eso siempre así?
Durante el Ciclo de Rock en Jaén de 2005 una formación local presentaba un tributo a Loquillo llamada Alocados y decidieron llevar esta canción en su repertorio. Fui testigo directo de cómo unas 10-12 personas de apenas unos 300 asistentes insultaron y pitaron durante unos segundos al finalizar la canción. El vocalista, buen amigo mío, era trabajador de la extinta televisión pública jiennense y aprovechando que el río estaba revuelto, el principal partido de la oposición en el Ayuntamiento de Jaén de aquel entonces mandó una nota de prensa pidiendo su cabeza, aunque por suerte ,y por pura justicia, todo quedó en el olvido.
El sábado desde La Alameda envié un vídeo a García de la Cruz, quien hace 18 años recibió odio desmesurado por entonar La Mataré en aquel Ciclo de Rock en Jaén. La canción elegida para el vídeo que recibió por mensajería instantánea no fue esta, sino una de la que ambos hacemos orgullosamente apología: Rock and Roll Actitud.
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