La eucaristía estuvo presidida por Jaime Garralda, que ejerce su ministerio como capellán penitenciario en Madrid y que era amigo personal de Manuel Cantos. En su homilía, destacó su papel como “patriarca” de una amplia saga familiar, a la que “ha sabido educar generación tras generación”, al tiempo que se iba preparando para “cruzar a la otra orilla de la vida”.
La persona que le sucedió en la Alcaldía, Jesús Mantaras, consideraba a Manuel Cantos un hombre “extraordinario y muy trabajador”, adjetivos que también utilizó Álvaro Domecq Romero para referirse a él. El hijo del que también ejerciera como alcalde recordó que en aquella época se empezaron a poner los primeros cimientos de lo que hoy es la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre, contando el proyecto con la contribución de Cantos.
Andrés Luis Cañadas Machado tuvo ocasión de convivir con el finado como director de Radio Popular, pero también como jefe del gabinete de prensa del Ayuntamiento. “Destacaría su honestidad y su dedicación, así como la ilusión que tenía por hacer de Jerez una ciudad más moderna y participativa, que proyectara la imagen de una ciudad con capacidad para desarrollar la industria y el comercio. Manuel Cantos trabajó para que en Jerez fuera posible la convivencia”, añadió.
Cañadas recordó que Cantos heredó de algún modo algunos de los grandes proyectos que había esbozado su predecesor, Miguel Primo de Rivera, como la culminación del polígono industrial El Portal y la concesión de los primeros estudios universitarios. A modo de anécdota, conviene subrayar que en la etapa de Cantos como alcalde, Jerez estrenó sus primeros semáforos.
Además de acudir personalmente al funeral, la alcaldesa, Pilar Sánchez, remitió un telegrama a la familia para testimoniar tanto el pesar de la ciudad por tan notable pérdida como el agradecimiento por el trabajo llevado a cabo en el periodo en que Cantos ostentó la Alcaldía.
El Gobierno local destacó “la gran aportación de Cantos Ropero a Jerez en su etapa como alcalde, especialmente por haber promovido la puesta en marcha del polígono industrial El Portal y su ferviente lucha por intentar conseguir una universidad para esta ciudad. Su trabajo no fue en vano porque dio pasos agigantados en esta materia creando escuelas de Formación Profesional y concienciando a la ciudadanía de la importancia de la educación y la formación”.
María José García-Pelayo, por su parte, destacó su “grandeza de corazón”. “Tuvo la generosidad, cuando dejó de ser alcalde, de seguir trabajando por la ciudad. Hay que agradecerle su compromiso con Jerez”, añadió. García-Pelayo se mostró “muy honrada” de haber accedido años después al cargo que ostentó Cantos.
Manuel Cantos fue persona de confianza de Miguel Primo de Rivera, a quien sucedió en la Alcaldía en 1971, tras dirigir la concejalía de Promoción y Desarrollo Industrial de la ciudad, donde puso los cimientos e impulsó el polígono industrial de El Portal.
Destacó además por fomentar las viviendas sociales, pero uno de los planos en los que destacó su gestión como alcalde fue en la formación y su afán por convertir a Jerez en ciudad universitaria. Por ello luchó con valor y mucho esfuerzo pero finalmente no pudo lograr su objetivo a pesar de que incluso se esbozó el proyecto previsto sobre la zona donde hoy se asienta el Colegio de Sordos, a la salida de la autovía a El Puerto.
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