Portugal va a empezar a cobrar a los consumidores las bolsas de plástico utilizadas en los supermercados y otros establecimientos para comprar fruta, verduras y pan a granel, después de que el Gobierno decidiese dar marcha atrás con una ley que establecía su prohibición.
El Ministerio de Ambiente portugués confirmó este miércoles que ultima la norma con la que modificará la ley que prohibía el uso de las bolsas de plástico ultraligeras y transparentes para fruta, que iba a entrar en vigor este jueves, día 1 de junio.
Aunque todavía se desconocen los detalles sobre cuándo entrará en vigor y cuánto se cobrará, la idea es que la medida sea similar a la tasa que ya se aplica desde 2015 a las bolsas de plástico para llevar la compra, que cuestan 10 céntimos (8 céntimos más IVA).
El Gobierno busca que esta tasa promueva el uso entre los consumidores de bolsas propias que no sean desechables u otras alternativas reutilizables para llevar la verdura y el pan.
El ministro de Ambiente, Duarte Cordeiro, dijo en declaraciones a periodistas al margen de un acto en Lisboa que el Ejecutivo consideró que el pago de una tasa podía ser más "amigable" para cambiar los comportamientos de los consumidores.
La ley que iba a prohibir el uso de bolsas de plástico para fruta y pan fue aprobada en 2019 e inicialmente estaba previsto que entrase en vigor en junio de 2020, pero se pospuso hasta 2023.
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