La situación actual es que su parada ha sido desplazada de la plaza de las Galeras, donde tenía su base, hasta la acera de la antigua Cofradía de Pescadores, que es el único lugar que el Ayuntamiento les permite y que tendrá que ser acondicionada con tomas de agua para los caballos y la limpieza.
La queja de estos trabajadores se fundamenta en que esta nueva ubicación no está en el circuito de paso de los turistas y visitantes, que son en definitiva sus usuarios, y por tanto el medio de vida de ellos. Lugar éste que en breve se verá afectado por las obras del puente de la pescadería, que obligará a buscar un nuevo emplazamiento.
IU considera “preocupante” que se esté “condenando” a los coches de caballo a “su desaparición por la vía de los hechos consumados, en la medida en que se les prohíbe tener el contacto cercano que se daba anteriormente con los usuarios y se les aleje de una parada que históricamente ha venido siendo la referencia de estos coches”.
El edil José Manuel Vela ha enviado un escrito al alcalde, Enrique Moresco, dándole a conocer la situación y solicitando que se reconsidere esta medida.
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