Su toma de posesión es el último acto de estas características como presidente del TSJA
El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), Augusto Méndez de Lugo, tomó ayer juramento a 24 nuevos magistrados, a los que pidió, en el que fue su último acto de estas características en el cargo, que huyan de “las bambalinas” y “el estrellato”.
La función del juez no es estar pendiente de “los focos”, sino cumplir con su deber de garantía de los derechos e intereses legítimos de los ciudadanos, explicó Méndez de Lugo, que felicitó a los nuevos magistrados, quienes contarán con el apoyo “de esta Presidencia”, en la que le queda, recordó en su discurso, un “corto espacio de tiempo”.
Los nuevos jueces pasarán a servir en diferentes juzgados de Primera Instancia e Instrucción de Ceuta (1), Melilla (2) y Andalucía con la siguiente distribución: Almería (5), Sevilla (4), Cádiz (4), Córdoba (3), Granada (2), Jaén (2) y Málaga (2).
Con la incorporación de esta promoción, compuesta por doce mujeres y doce hombres, se refuerza el trabajo en los órganos judiciales unipersonales. Su trabajo habrá de estar guiado por el “difícil equilibrio” entre su calidad de miembros del poder del Estado que es la Justicia y la realidad social: “no se puede ser Poder Judicial y funcionario a ratitos”, les aconsejó Méndez de Lugo.
El presidente del TSJA, que será relevado en próximas semanas por uno de los tres seleccionados por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), les animó a dejar fuera de sus resoluciones “prosas doctrinales que son propias de otros lugares” y a que “los ciudadanos entiendan el lenguaje que empleamos”. “No vale ampararse en carencias, en falta de medios, o en la época de crisis que es verdad nos afectan y mucho” para no desempeñar esta labor, sancionó Méndez de Lugo.