El porcentaje de votos afirmativos fue más elevado en Caja España, con el 96 por ciento (148 votos a favor, tres en contra y tres abstenciones), mientras que en Caja Duero los sufragios partidarios de la fusión supusieron el 86 por ciento (102 a favor, quince en contra y dos abstenciones).
La reunión más tempranera fue la de Caja Duero, ya que los asambleístas estaban convocados a las 08.30 horas en la sede de la entidad financiera de Salamanca, donde se encontraron con un grupo de manifestantes contrarios a la operación que volvieron a entonar su grito de “no a la fusión”.
Ambas asambleas se desarrollaron según el guión previsto y sin sobresaltos en forma de más votos negativos de los esperados, por lo que a mediodía la 'fumata blanca' de ambas reuniones comenzó a oler a fusión, lo que se confirmó posteriormente con los datos oficiales de las votaciones.
En las ruedas de prensa convocadas por los dirigentes de Caja Duero, Julio Fermoso, y Caja España, Santos Llamas, ambos destacaron que la fusión servirá para crear la octava caja de ahorros de España si se atienden las cifras de negocio vigentes a día de hoy, en plena fase de fusiones e integraciones.
Llamas consideró los resultados de la asamblea como “extraordinariamente satisfactorios” para ponerse “manos a la obra” y llevar a la práctica en algo más de un mes el mandato de las asambleas.
Está convencido de que “esta batalla será beneficiosa para el mundo financiero, sobre todo en Castilla y León” y reveló que dirigentes del Banco de España le enviaron un mensaje de móvil en el que le dicen: “ánimo y adelante”.
Fermoso aseguró que la fusión de ambas entidades era “la mejor de las posibilidades para salir del marasmo económico actual”, mientras que el director general de Caja Duero y futuro director general de la nueva entidad, Lucas Hernández, ha dicho que es “el momento de afrontar la reestructuración de la capacidad productiva” para adaptarse “a los nuevos tiempos”.
La sede social de la nueva entidad estará en León, mientras que la dirección ejecutiva se reserva para Salamanca, tal y como negociaron los dirigentes de ambas cajas hace ya semanas.
En el camino quedarán unas 250 oficinas, que tendrán que ser cerradas por la duplicidad de ambas entidades -con lo que la red de sucursales quedará reducida a unas 1.100 en toda España y Portugal-, y 846 trabajadores prejubilados, con lo que la plantilla será de cerca de 6.000 empleados.
La entidad resultante tendrá como nombre técnico ‘Caja España de Inversiones, Salamanca y Soria, Caja de Ahorros y Monte de Piedad’, pero en los próximos dos años buscarán el nombre comercial con el que unificar su imagen corporativa, del que todavía no hay pistas.
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