Andalucía

Los frentes judiciales y ambientales acechan al proyecto de Emed Tartessus

El Tribunal Supremo todavía debe decidir sobre la transmisión de los activos y apremia la deuda con la Seguridad Social

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  • Las filtraciones en las instalaciones de Emed Tartessus, en febrero de este año. -
  • Una subasta abriría la posibilidad de que los acreedores cobraran
La complejidad judicial hace difícil ver reabierta la mina. Así de pesimista se expresaba una fuente sindical cuando se le preguntaba por el proyecto de Emed Tartessus en Minas de Riotinto, tanto en su aspecto societario y que vienen de la época de MRT, como en las dificultades que tiene la empresa anglo-chipriota para sacar adelante la reactivación de la mina, a la que ahora se unen las denuncias por vertidos de aguas ácidas que ya se encuentra investigando la Agencia Andaluza del Agua, según han confirmado al Grupo Información fuentes de la Administración andaluza.

Emed Tartessus tiene varios frentes judiciales abiertos, algunos de los cuales ha heredado directamente de Mantesur tras adquirir los activos de la unidad industrial, entre ellos un proceso judicial que tendrá que dirimir el Tribunal Supremo y que afecta directamente a la transmisión de la propiedad de Minas de Riotinto, que a su vez mantiene una deuda viva tanto con la Comisión Liquidadora y ex trabajadores, como con diversas instituciones, entre ellas la Tesorería General de la Seguridad Social.

Sobre este último aspecto, la deuda de Minas de Riotinto con la Seguridad Social supera los 17 millones de euros, por lo que Emed Tartessus o paga la deuda o acude a la subasta pública -otra más en la historia de la mina- cuya fecha aún no está fijada. Según apuntó en una de sus notas informativas la propia empresa, Emed estaría negociando el pago aplazado de estos 17 millones de euros, a razón de un primer pago y un aplazamiento del resto de la cantidad entre cinco y diez años.

Con esta alternativa y al no ser abonada aún la deuda pendiente con la Seguridad Social -que mantendría como garantía los propios activos de la mina-, impediría que los acreedores -entre ellos los ex trabajadores, la Diputación de Huelva y el propio Ayuntamiento de Minas de Riotinto- no cobraran hasta que se saldara la deuda total. Y todo ello, con independencia de que la actividad minera se retomara o no, puesto que a los acreedores no les afectaría de cara a cobrar o no.

Dos pujantes más

La subasta pública implica que los interesados oferten por los activos a un precio mínimo aunque ante el valor del cobre y las expectativas creadas, podría incrementarse sustancialmente, además de permitir que los acreedores pudieran cobrar, al menos, parte de sus deudas en proporción al precio que alcance la puja. Según ha podido saber el Grupo Información, al menos hay dos empresas dispuestas a pujar por los activos de Minas de Riotinto.

Entrando en el proyecto en sí y como han reiterado en varias ocasiones desde la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia, la fase actual es la de la presentación de la documentación y avales exigidos a todos los proyectos mineros, por lo que no hacen valoraciones hasta que la autorización esté firmada.

Emed Tartessus pretende iniciar la actividad extractiva en el segundo semestre de 2011, aunque previamente debe conseguir que la Junta de Andalucía apruebe la hoja de ruta que le ha marcado y que incluye tres aspectos fundamentales: un proyecto técnico viable y garantizado económicamente, que contemple la creación de valor añadido industrial en la comarca; un proyecto ambiental con avales similares a los exigidos a otros proyectos (Aguas Teñidas o Cobre Las Cruces) y que incluya no sólo el cuidado ambiental presente y futuro sino la restauración de las zonas actualmente degradadas; y un proyecto social, que incluya no sólo el aspecto laboral de la actividad sino también una póliza de garantía de despidos, que minimice el efecto que produciría en la comarca el hipotético fin de la actividad minera.

La empresa anglo-chipriota reconoce que sigue trabajando en la elaboración del proyecto y en la búsqueda de inversores que garanticen su viabilidad, aunque la propia Dirección General de Industria, Energía y Minas mantiene la cautela en espera de tener el expediente en la mano, que deberá responder también a las exigencias de la Consejería de Cultura, puesto que parte del área está catalogada como bien patrimonial.

Además, Emed Tartessus sólo posee la unidad industrial y para poner en marcha la actividad minera debe llegar a un acuerdo con los dueños de los terrenos colindantes, Zeitung y Rumbo 5.0, que recuerdan que ellos adquirieron esos suelos en subasta pública cuando no había expectativas de reactivación de la mina (lo que rebajó el precio final) y en una puja en la que no quisieron participar los anglo-chipriotas aunque uno de sus socios, afirman, sí estaba presente.

Sanción en ciernes

El último frente abierto ha sido el mediambiental, con varias denuncias ante la Guardia Civil y ante el Juzgado de Valverde por permitir el vertido de aguas ácidas desde las balsas de estériles a cauce público y a los terrenos colindantes, vertido que cifran en 4,38 millones de metros cúbicos a lo largo de los últimos seis meses, una cantidad que supera los dos tercios de los lodos tóxicos que la rotura de la presa de Boliden en Aznalcóllar, que alcanzó los 6 millones de metros cúbicos.

Según ha confirmado la Consejería de Medio Ambiente, la Agencia Andaluza del Agua se encuentra en estos momentos estudiando el expediente completo para dirimir si de las actuaciones en Minas de Riotinto puede derivarse algún tipo de sanción.

El mundo minero y su complejo entramado

La minería es un complejo mundo empresarial en el que se entremezclan socios y directivos a lo largo y ancho del mundo entero. Emed Mining, con escasa experiencia extractiva a excepción de los sondeos de oro en Eslovaquia, cotiza en la AIM de la Bolsa de Londres, una sección específica de proyectos nuevos sujeta a menores controles y en la que ha declarado pérdidas en 2009 de 9,56 millones de euros, a las que se acumulan 41,66 millones de otros ejercicios, y sus acciones han bajado un 44%.

Han conseguido aportes de socios de Gran Bretaña y Canadá por valor de 10 millones de euros -sólo el aval medioambiental ronda los 80- y su director, Aristidis -Harry- Adams, se ha trasladado hasta Australia para buscar inversores, país donde fue el gerente de una mina de carbón que sufrió una explosión por combustión espontánea -achacada en parte a la falta de planificación- que terminó con la quiebra de la empresa, Gympie Gold.

Pero la complejidad del mundo minero va más allá: sólo comprobando las compraventas de acciones y activos de diferentes compañías puede observarse que los mismos socios que tienen parte del accionariado de Emed Mining, Falconbridge Limited, de Canadá, han sido socios de la empresa sucesora de Boliden Apirsa, a la que la Junta aún persigue judicialmente en Suecia para que se responsabilice el coste de la limpieza de los 6 millones de metros cúbicos de lodos tóxicos que una madrugada vomitó la presa de Aznalcóllar.

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