La Junta de Andalucía pone en marcha este lunes, quince días antes de lo habitual, el protocolo para luchar contra el calor en los colegios que carecen de aire acondicionado, medidas que algunos de los padres reciben como "un insulto" ante unas temperaturas que "ya no son puntuales".
Teresa Pablo es portavoz de la plataforma Escuelas de Calor, que aúna a familias y AMPA y es independiente de partidos, sindicatos o cualquier otra organización. Lleva desde 2017, explica a EFE, "dando la batalla" para que los más de 1,5 millón de niños y 200.000 docentes de la educación pública no "paguen el pato" de la falta de inversión, especialmente en climatización.
"También es muy amplia la red administrativa de la Junta de Andalucía y todos los despachos están bien climatizados y no se dan este tipo de problemas. Ellos no desayunan al sol, los niños sí lo hacen en el recreo", denuncia, a la vez que lamenta que la ley de Bioclimatización aprobada en 2020 esté "escondida en un cajón".
Desde entonces, a su juicio, "no se ha hecho absolutamente nada": ni el desarrollo reglamentario de la norma que tenía un plazo de 18 meses, ni auditorías de los centros, ni se ha actuado en los patios, ni se ha redactado la Guía Técnica, ni se han aplicado medidas de cuidado de la calidad del aire, algo que "no se hace sólo con abrir ventanas".
"NOS TOMAN POR IDIOTAS"
En su lugar se acude al protocolo de medidas que en 2017 "era una actuación de urgencia", según Pablo, que sostiene que "no puede ser que simplemente se actualice seis años después" mientras no se aplica la Ley. "Nos toman por idiotas", critica, en referencia a medidas como la formación para docentes: "¿Creen que a estas alturas los profesores no saben qué tienen que hacer cuando hace mucho calor?. Llevan toda la vida sufriéndolo".
Tampoco comparte la posibilidad de que se pueda recoger a los niños a las doce en casos de alerta naranja o roja por calor. "Si no tenemos manera de conciliar nos vemos con el problemón de dejar al niño en un centro en el que sabemos que está en situación de riesgo térmico, porque biológicamente están menos preparados para hacer frente a temperaturas extremas".
Asegura que se están dando situaciones como golpes de calor, desmayos o sangrados nasales, por lo que pide a la Junta "que actúe ya" en un periodo de "emergencia climática de marzo a noviembre".
"Es muy fácil sacar un protocolo y echarle la pelota a la familia o los docentes. ¿Si ahora la mitad de la clase se va y la otra se queda, qué hace ese maestro?. Están generando desigualdad", lamenta, además de advertir que la Junta intenta "librarse de responsabilidad" y se dedica a "parchear con fondos europeos".
ESCARMENTADOS DE DECLARACIONES GRANDILOCUENTES
A Teresa Pablo las explicaciones de la Junta no le convencen. La consejera de Desarrollo Educativo, Patricia del Pozo, aseguraba hace días que la ley está en marcha con una inversión de 140 millones de euros en 430 actuaciones en centros, de las que 74 ya están terminadas, 272 en construcción, 62 contratadas y 22 en contratación o proyecto. "No hay mejor manera de ejecutar una ley", argumentó Del Pozo.
"Estamos muy escarmentados de declaraciones grandilocuentes, pero las cosas se miden en la realidad de las aulas y los patios, y ahí no ha cambiado nada en seis años", censura la portavoz de Escuelas de Calor, que añade que "no es cuestión de quién gobierna, el problema es que la educación pública da igual y que no merece que se invierta en ella".
Advierte además que esas obras "no son bioclimatización", ya que la refrigeración adiabática por la que se apuesta puede llegar a ser un problema de salud. "Se hace metiendo humedad en los espacios a través del agua, por lo que son caldo de cultivo para los hongos" según los expertos, asegura Pablo, que añade que solo bajarían las temperaturas "en dos o tres grados" y se seguiría por encima del límite de estrés térmico.
Para ella "realmente nunca ha habido voluntad para aplicar esta ley" y esgrime que, aunque la consejera ofrezca "cifras mareantes de millones y actuaciones", lo cierto es que "sólo están terminadas en un 17 %" de actuaciones, por lo que duda que "vaya a ser la mejor manera de acabar con este problema", para el que podría haber "muchas otras soluciones".
Como medida urgente pide que "al menos se instalen toldos en los patios para que los niños no se frían en el recreo" y valora el "clamor" de familias, sindicatos y organizaciones ante la "inoperancia" de la Junta. "Vamos a seguir peleando para que la ley aterrice en los colegios, porque en el BOJA no sirve para nada", concluye.
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