El primer cuarto fue eléctrico. Muy igualado, con defensas agresivas y quizás, con menos responsabilidad por parte del Barcelona, que vio una clara superioridad en el juego interior con Lorbek y N’Dong, que le llevó a una ventaja de 6-11, minuto 4, aunque el Unicaja rectificó con la salida de Freeland y Jiménez, más duros en el juego interior lo que clarificó el juego cajista que se adelantó 21-20.
Los locales no bajaron el ritmo e incluso intensificaron la defensa y cerraron el rebote. El Barcelona se vio sorprendido, ya que era incapaz de solventar esta incidencia y no tenía tanta eficacia desde dentro de la zona y el lanzamiento exterior no existía por parte de sus grandes tiradores como Navarro o Mickeal.
El Unicaja, desmelenado, consiguió una ventaja de 35-27, minuto 16, acortada por la bomba Navarro 35-31, minuto 18 y aumentada nuevamente con un triple de Neal 40-31, minuto 19, aunque los buenos jugadores siempre aparecen, cuatro puntos en la misma jugada del escolta italiano Gianluca Basile dejó la incertidumbre para la segunda parte 40-35.
El partido, a excepción de los dos primeros minutos del tercer cuarto 45-38, fue muy parejo.
El Unicaja llegó mejor a los últimos cinco minutos 68-66. El Barcelona, a pesar de lo espeso de su juego, tenía jugadores suficientes para resolver. Lorbek anotó un triple esperanzador 68-69, minuto 36 y otro demoledor 70-76, minuto 39, que prácticamente sentenciaba el partido y la eliminatoria. A continuación los tiros libres clasificaron al Barcelona para la gran final.
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