Así, se ha contado con el apoyo y la supervisión del profesor José Miguel Sánchez y muy especialmente con la ayuda y experiencia del profesor Javier Botana, director del laboratorio de Corrosión y Protección, de donde realmente surge la necesidad y la propuesta de aplicación de este equipo, ya que los dispositivos y normas actualmente en el mercado no permiten automatizar los ensayos con rangos de variabilidad amplios, incorporar condiciones climáticas, ni registrar datos de ensayos de manera automática.
Es preciso destacar que éste no es más que el fruto de una de las diversas y estrechas colaboraciones que la ESI y el Laboratorio de Corrosión y Protección llevan desarrollando desde años. En concreto, la patente se basa en un dispositivo automático para la realización de ensayos de inmersión total, parcial o alternada, tanto de corta como de larga duración, en condiciones controladas, sin la necesidad de vigilancia de un operador.
Este dispositivo permite realizar test a probetas o piezas de distintos materiales en diferentes medios agresivos controlando y registrando, si así se desea, las condiciones climáticas del ensayo, ciclos de secado de las probetas y nivel de disolución.
De igual forma, cabe indicar que esta maquinaria es indispensable en laboratorios de amplio margen de actuación, debido a su alta versatilidad, dado que permite no sólo la realización de ensayos en base a un amplio espectro de estándares, sino también la realización de ensayos especiales adelantándose a futuras normas.
Por todo lo expuesto y ante la novedad de este nuevo sistema, la empresa Quinta Ingeniería, una de las empresas con mayor proyección en la Bahía, ha decidido firmar un convenio con la Universidad de Cádiz mediante el cual podrá explotar esta patente.
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