Esa parte de la vida de un niño de la que un educador es responsable, muchas veces no se ciñe solamente a darles conocimientos de matemáticas, ciencias, inglés o plástica, sino que se les facilita una serie de herramientas para que se labren un futuro personal basado en el respeto a los demás.
Y precisamente es eso lo que ha fomentado el colegio La Salle Mirandilla con una original actividad extraescolar en la que más de un centenar de niños se quedaron a dormir en la escuela y realizaron diversos juegos, para incentivar en ellos de manera divertida valores tan destacados como la convivencia, tanto dentro como fuera del centro escolar, el respeto, el compañerismo, el cariño y el trabajo en grupo.
Dormimos en el Colegio es una actividad que reunió en el centro educativo a 104 alumnos de Primaria, además de profesores, miembros del AMPA, algunos padres, varios alumnos de cuarto de ESO y voluntarios de CEPA, que pernoctaron en el colegio como una alternativa distinta guiada hacia el ocio y el tiempo libre, reforzando los lazos con el propio centro y lo que él conlleva (alumnos, profesorado, instalaciones, materiales,...) a través de juegos, dinámicas de grupos y vivenciando la vida que ellos dan a este entorno.
Esta original iniciativa, comenzó el viernes a las 22.00 horas, momento en el que los alumnos estaban citados en el centro escolar. Ataviados con su saco de dormir, fueron llegando hasta que cerca de la 23.00 horas empezó la fiesta con un malabarista que utilizó unas bolas luminosas que simbolizaba los valores que en esa noche iban a aprender. Luego comenzaron con las numerosas actividades que los educadores habían preparado: gymkhanas, juegos cooperativos utilizando la música, tiempo para reflexión y compartir sensaciones y como no podía ser de otro modo tratándose de un centro cristiano, momentos de silencio, que se alargaron hasta las 03.00 horas, momento en el que se dispusieron a dormir.
Con ello, el centro ha conseguido lograr diferentes objetivos, entre los que destacan promover la convivencia y el sentimiento de grupo, que los alumnos tomen conciencia de los cuidados necesarios para que el colegio funcione, que se sientan parte activa de la vida del centro, sentir, apreciar y valorar la maestría, los conocimientos y la seguridad que les dan los educadores, fomentar valores como la cohesión de grupo, el trabajo bien realizado, el cariño, el cuidado hacia su entorno y la convivencia, además de mejorar en la medida de lo posible, hábitos de higiene y salud.
Como colegio de educación cristiana, también se aprovechó para arraigar en los alumnos, a través del juego, nuevos conocimientos sobre la figura de San Juan Bautista de La Salle, fundador del centro, la historia de Mirandilla y el sentido cristiano del día a día.
La actividad tocó su final sobre las 08.30 horas de ayer, cuando los padres de los alumnos acudieron al centro con el desayuno y compartieron con sus hijos y el profesorado ese momento.
Además, también ellos tuvieron su parte educativa en ese momento de la jornada, ya que hubo un cambio de rol entre padres y madres con los educadores, poniéndose en el lugar de éstos y experimentando sus impresiones y las estrategias necesarias para actuar como ellos durane unos minutos.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es