Pero lo importante en política no es la cantidad, sino la oportunidad, y desde las filas de la oposición se ha aprovechado la ocasión para hablar de todo, de delegaciones que deben desaparecer, de los consabidos asesores y hasta de rumores, ya que un comentario del delegado de Recursos, Juan Manuel García Bermúdez, sobre la oferta municipal para el convenio y que se ha interpretado como una amenaza de “congelación salarial” a todos la plantilla del Ayuntamiento, ha desatado las iras de todo el mundo, de los que trabajan en él y de los están de paso (es decir, los políticos), aunque no tanta entre el resto de los mortales que malévolamente siempre ve con satisfacción que le recorten los sueldos a los funcionarios.
Y como todo tiene un origen, el cambio de cromos entre los delegados se hizo verbo (o se hará oficialmente esta semana) y sólo conlleva la sorpresa de que será Mari Carmen Martínez la que asuma el área de la Policía Local, mientras que Movilidad seguirá en manos de Bermúdez junto a Recursos, y de que Francisco Benavent volverá a tener que ser joven para llevar Juventud. Son cambios tan nimios y lógicos que ni siquiera se puede jugar a interpretarlos y pretender ver castigos a los anteriores delegados, ya que Bermúdez sigue siendo un peso pesado y Juan Salguero seguirá al frente de Educación y, sobre todo, del Distrito Sur, donde se le va a reforzar con un grupo de técnicos para que desarrollen el Plan Urban, una de las estrellas electorales del PSOE esta legislatura.
Pero, como siempre pasa, nunca llueve al gusto de todos y desde las filas del PP, su portavoz, María José García-Pelayo, se ha quedado insatisfecha con estos cambios y exige algunos más en una crítica que roza la perfección y la coherencia político-lingüística, ya que siempre centra sus ataques contra Pilar Sánchez y ahora lo hace contra el otro Sánchez, Casto Sánchez, delegado de Presidencia, de quien exige no ya su dimisión, sino que literalmente “desaparezca” como delegado, ya que según ella no hay nada que organizar en el Ayuntamiento. Pues menos mal que no tiene sentido su área, porque todavía no he oído ni una vez de las filas de la oposición que las cosas funcionen bien en el Consistorio...
Rumores helados
Pero el verdadero tema de la semana para algunos ha sido un rumor al que se le ha querido dar consistencia de noticia. Y no nos referimos al que corrió por la ciudad sobre la supuesta dimisión de un edil de la oposición, una historia absurda que demuestra qué peso específico tienen en esta ciudad los rumores, sino a unas declaraciones del delegado de Recursos, Juan Manuel García Bermúdez, sobre la negociación del convenio en las que volvía a reconocer que los sindicatos y empleados municipales perdieron su oportunidad de firmar un buen convenio y que ahora con la crisis encima habría que mirar con lupa la subida que se iba a poder aceptar.
Y esto que en todas partes es un pulso en una negociación, se ha convertido en una amenaza de congelación salarial para todos los trabajadores municipales. Y se habla de recortar gastos, ahí está la oposición para hablar de los asesores y en Jerez --ya se sabe-- si se menta la palabra asesor, se monta el escándalo. Desde el PP se habla, ya no de escándalo, que la palabra ha perdido consistencia de tanto utilizarla, sino de “inmoralidad”, que es un término más filosófico y ambiguo, pero igual de contundente, mientras que desde las filas de los psandalucistas se reclama --aunque se rechaza desde las filas socialistas-- que se publiquen los sueldos de todos los asesores en la página web municipal. Qué gran medida de transparencia, lástima que no se hiciera antes, mucho antes, cuando nadie sabía ni siquiera quién era asesor o no, pero todos cobraban del erario municipal como si lo fueran.
Vuelve el hombre
Hablamos de esa época donde el que reinaba es el que ahora ha vuelto a la actualidad mediática, aunque sea de la mano de la competencia. Nos referimos a Pedro Pacheco, quien amenaza con volver... como siempre. Su aparición pública ha servido para conocer que vuelve el hombre... pero el de siempre. El enorme, el que nunca se equivocó en su estrategia, el que sólo ve los errores ajenos, el que, según él, la gente le reclama su regreso para solucionar los problemas de esta ciudad. En definitiva, el Pedro Pacheco que todo el mundo conocía y al que la ciudad le dio la espalda en las elecciones. Si éste es el recambio que necesita el PSA...
Asesinato xenófobo, derrumbe y tasas
En el capítulo de sucesos no ha estado la semana precisamente para hacer chistes, ya que el asesinato de una joven china a manos de su pareja no es algo gracioso. Y no lo es desde su origen, ya que ha cogido un tinte xenófobo que preocupa mucho, ya que para todo el mundo es el ‘caso del chino’, como si la nacionalidad del presunto asesino fuera determinante. Que se mencione su origen es comprensible, pero no fundamental, sobre todo porque, por desgracia, en este país hay suficientes energúmenos como para matar a sus parejas, descuartizarlas y deshacerse de ellas en una maleta. Hay que tener cuidado con las expresiones que pueden llevar a crear un sentimiento xenófobo que se debe evitar. Como complicado es saber cómo va a evitar su abogado una condena. Aunque asegura que la muerte fue tras una discusión (no descarten que el estrangulamiento fuera la causa de la muerte), a ver cómo explica que la quisiera cortar en pedazos y la metiera en una maleta.
Y en un maleta puede caber todo lo que les ha quedado al matrimonio de Francisco Flores y su mujer, después de que se derrumbara el techo de su vivienda y acabaran ellos en el piso de abajo. Un accidente que, afortunadamente, se ha saldado con más susto que desgracias, de lo que me alegro y confío en que se mejore este veterano dirigente vecinal.
Y si hablamos de vecinos, debo dar las gracias --pequeñas, pero gracias-- al presidente de Solidaridad, Santiago Casal, que no ha podido evitar entrar en la discusión de las tasas municipales, aunque haya sido sólo en una (de ahí las ‘pequeñas’ gracias) por el cobro de los vados. Dice que está indignado, pues cómo estarán los que llevaban años pagándola.
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