Unos 5.000 kilos de tapones para ayudar a ?Carlitos?

Los verdaderos amigos se demuestran en los malos momentos, y Juan Carlos Alcón lo sabe. Desde hace meses sus seres queridos recogen prácticamente día y noche tapones de plástico. La recaudación está destinada íntegramente a facilitarle vida y costear los gastos del tratamiento médico que sigue Carlos, enfermo de cáncer. El mal le sobrevino en primavera, casi al mismo tiempo que se enteró que su mujer, Mercedes, estaba embarazada. En principio notaron que se les caía el mundo encima pero pronto comprendieron que era en estos momentos cuando tenían que ser fuertes.  “La llegada de este niño, que nacerá en Navidad, ha supuesto una inyección de alegría”.     Se avecinaban además demasiados gastos para combatir esta dura enfermedad. Paqui Serna, amiga de la familia emprendió esta campaña de ayuda para Carlos, a la misma se unió Cristina Serna, y así, de “boca en boca”, poco a poco todo el mundo se fue enterando de que había que echar una mano por Carlitos, que lo necesitaba. Desde Jerez a todos los pueblos de la provincia, y de aquí a Huelva, Málaga e incluso Jaén. La gente se hizo eco y buscaban tapones que luego mandaban a las líderes de esta campaña. “Traen de todos sitios, el otro día un frutero de El Puerto nos dio veintisiete cajas de tapones”. Carlos ha visto cómo la gente se ha volcado por completo con él. Los que lo conocen aseguran que merece esta ayuda desinteresada por ser una persona entrañable, excepcional y amigo de sus amigos. 
    De tanta carga que recibían llegó un momento que no tenían sitio donde dejar el cargamento de tapones, pero conocidos de la familia que se solidarizaron con la causa les prestaron dos locales donde guardar las bolsas. Hasta la fecha han recogido unas cinco toneladas aproximadamente, y “no es tarea fácil”, aseguran Paqui y Cristina, puesto que un tapón no pesa nada. Hoy por la mañana un camión vendrá desde Almería para recoger la recaudación y trasladarla a una planta de reciclaje. Por cada tonelada les entregan unos 240 euros, dinero que invierten en ayudar a Carlos y a Mercedes a costear el costoso tratamiento médico que recibe el primero en la clínica universitaria de Pamplona, y también para habilitar la vivienda en la que vive en la pareja. Carlitos, que permanece en silla de ruedas, no puede acceder a su dormitorio, en la segunda planta de su domicilio, por lo que tratan de reformar su casa haciendo una habitación más en la parte baja y un cuarto de baño amplio. “Nos han regalado hasta ladrillos y cemento”, señalan.
    Tanto Cristina como Paqui no tienen palabras para expresar su agradecimiento con todos los que han colaborado en la iniciativa. Cada uno ha depositado su granito de arena de distinta manera, “pero el caso era ayudar” ante estas circuntancias. De hecho, además de la recogida de tapones el pasado 13 de junio organizaron una cena benéfica en las bodegas William &Shumbert que tuvo una excepcional acogida. Cerca de cuatrocientas personas asistieron a este acto, según calculan. “En cuanto se enteraron de que era para Carlos mostraron todo su interés y no dudaron en ayudar”, señala Paqui, que reitera su agradecimiento al centenar de empresas que colaboraron en que la cena saliese como debía.
    Con estas muestras de cariño Carlitos, pese a la enfermedad, se siente optimista y alegre al comprobar cómo gente que ni siquiera conocía se interesado por su estado de salud. Sus familiares y amigos piden colaboración ciudadana para recaudar fondos para ayudar a Juan Carlos.

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