Corría el año 1995 y el socialista Carlos Díaz Medina seguía siendo por entonces el único alcalde que Cádiz había conocido desde que en el 79 se celebrasen las primeras elecciones municipales de la democracia. No fue un buen año para el PSOE. Numerosos escándalos a nivel nacional, corrupción en el Gobierno, el GAL, el caso Roldán... Para colmo, después de 16 años llevando el timón del Ayuntamiento, Carlos Díaz veía cómo iba perdiendo apoyos dentro de su propio grupo.

En medio de este panorama aparecía, como una bocanada de aire fresco, una santanderina afincada desde hacía años en la provincia de Cádiz. Era la primera vez que el Partido Popular la presentaba como candidata y el resultado, no por previsible, no pudo ser mejor para su partido. No sólo ganaron las elecciones de ese año, sino que lo hicieron con una mayoría absoluta que no han perdido desde entonces.

Aquellos comicios electorales se celebraron el 28 de mayo, por lo que en cuestión de días Teófila Martínez celebrará su decimoquinto aniversario como alcaldesa de Cádiz. Un período en el que la ciudad ha sufrido importantes cambios y en el que ha sabido ganarse el respeto de la mayoría de los gaditanos, que, de acuerdo o no con su gestión, la han mantenido durante cuatro legislaturas como una de las alcaldesas con más apoyo de toda España. De hecho, no es extraño oír a muchos decir que “en Cádiz se vota a Teófila”, más allá de acordarse de las siglas del partido al que representa.

Incansable trabajadora, es frecuente encontrarla en cualquier acto que se celebre en la ciudad, a cualquier hora del día y, a menudo, de la noche, a pesar de tener su residencia en El Puerto de Santa María junto a su marido, el ex presidente de la Confederación de Empresarios de Cádiz, Santiago Cobo.

Desde aquel 28 de mayo la alcaldesa de Cádiz ha vivido jornadas amargas y triunfales. Una vez tras otra ha ido acumulando triunfos electorales, conservando unas mayorías absolutas que le han permitido mantener su apuesta por un modelo de ciudad que a lo largo de los años ha ido creciendo a pesar de no tener espacio para hacerlo.

Bien recogiendo los frutos de anteriores proyectos iniciados por la administración socialista, bien como resultado de proyectos de su Gobierno, Martínez ha sido la cara que ha aparecido en las fotos de los últimos grandes avances urbanísticos de la ciudad. Sin duda, el que ha supuesto la mayor transformación urbanística en Cádiz ha sido el soterramiento de la vía del tren, que permitió unir dos partes de la ciudad anteriormente separadas y construir la segunda gran avenida de Cádiz, la Juan Carlos I.

Además de esto, ya con ella en la Alcaldía, vieron la luz otros proyectos, como la finalización del Palacio de Congresos y Exposiciones o la urbanización de los terrenos ociosos de Astilleros, con la construcción de un nuevo barrio residencial en la ciudad.

Fueron sus dos primeros mandatos los más apacibles, coincidiendo con la llegada al Gobierno central de José María Aznar. Varios miembros de su ejecutivo, como Rodrigo Rato, Francisco Álvarez Cascos o el hoy presidente regional del PP, Javier Arenas, mantenían una estrecha relación con la alcaldesa, logrando ésta el visto bueno para importantes proyectos, como la construcción del segundo puente de acceso a Cádiz.

La sensación de placidez en el cargo de estos años se vio fortalecida por la debilidad de la oposición municipal, que vivía sus horas más bajas con las candidaturas presentadas por el PSOE en los años 1995 y 1999, con Fermín del Moral y María de la O Jiménez a la cabeza respectivamente.

No obstante, no todo han sido luces en la gestión de Teófila Martínez. La llegada al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero hizo que la alcaldesa entrase en constantes disputas institucionales. Unas veces por conseguir la aprobación de distintos proyectos, y otras, por ver quién se apunta el tanto de los grandes logros.

Especialmente agrias fueron sus polémicas con la que fue ministra de Fomento en la primera etapa de Rodríguez Zapatero en el Gobierno, Magdalena Álvarez. Un clima de enfrentamiento y, en ocasiones, de crispación, que también ha sido una constante en su relación con la Junta de Andalucía.

Otros cargos
El de alcaldesa de Cádiz no ha sido el único cargo político que ha desempeñado Martínez. Antes de llegar a la capital gaditana ya había sido elegida en 1982 como secretaria general provincial de Alianza Popular en Cádiz, y entre 1983 y 1987 fue concejal de Urbanismo en el Ayuntamiento de El Puerto de Santa María. En el año 1989 fue elegida diputada al Congreso por la provincia de Cádiz, ocupando el número uno de la candidatura de su partido.

En el año 2000 pasó a ser senadora por la comunidad autónoma de Andalucía, para volver entre 2003 y 2006 al Congreso de los diputados, donde ejerció como portavoz del PP en la Comisión de Obras Públicas y como coordinadora de Comisiones de su grupo. Actualmente, vuelve a ocupar un escaño en el Congreso como diputada por la provincia de Cádiz.

A nivel regional también ha ejercido importantes responsabilidades. En 1999 fue elegida presidenta del Partido Popular de Andalucía y llegó a enfrentarse en dos ocasiones a Manuel Chaves en las urnas, sin poder repetir en estos casos el triunfo indiscutible de la capital gaditana. Permaneció en este cargo hasta el año 2004, cuando fue sustituida por Javier Arenas.

Esta circunstancia provocó bastantes críticas e incluso algún pasodoble en Carnaval, siendo acusada de traicionar al electorado gaditano, que la había votado masivamente, por querer marcharse a la Junta.

Segunda etapa
Los últimos años de Teófila Martínez al frente del equipo de Gobierno del Ayuntamiento gaditano han estado centrados en la preparación del Bicentenario de la Constitución de Cádiz de 1812. Ha habido una fuerte apuesta por las recuperación de edificios históricos para darles contenido cultural y se ha conseguido el compromiso de todas las administraciones con la celebración del evento, que se considera como la gran oportunidad para colocar a Cádiz en los circuitos de la cultura y el turismo de primer nivel.

Martínez se ha volcado en la efeméride, iniciando una ronda de viajes y contactos con todos los países iberoamericanos para conseguir su apoyo y su compromiso de participación en los actos de 2012.

Su apretada agenda, con numerosos viajes al otro lado del Atlántico, y sus obligaciones como diputada nacional han provocado que algunos de sus concejales “de confianza” hayan tenido que saltar al primer plano de la actualidad para hacer frente a un momento político y social bastante convulso debido a la crisis económica actual.

Quizá este momento sea uno de los más difíciles que ha pasado Teófila Martínez al frente del Consistorio gaditano. Acostumbrada a contar con el apoyo de los grandes sectores de la población, en los últimos meses se está enfrentando al malestar de diversos colectivos sociales y profesionales, que la apuntan directamente como responsable de su situación. Esta circunstancia, unida a la mayor agresividad en la estrategia política que está llevando a cabo la oposición municipal, ha provocado que en alguna ocasión la alcaldesa haya perdido el buen talante y haya entrado de lleno en la dinámica de crispación que tuvo su punto culminante en el último Pleno municipal de 2009, cuando se enfrentó a gritos con el portavoz socialista Rafael Román.

Aún así, Teófila Martínez sigue al pie del cañón y volverá a ser la candidata de su partido para revalidar la Alcaldía de la ciudad el año próximo, en la que sería su quinta legislatura como regidora de Cádiz.

Por delante se le presentan importantes retos, algunos nuevos y otros pendientes. Entre los primeros están la lucha por conseguir que las grandes infraestructuras prometidas para la ciudad de cara a 2012 sean una realidad, y mirando un poco más lejos, tendrá que conseguir que el poso que el Bicentenario dejará en la ciudad sea la base para la construcción del Cádiz del futuro.

Entre los problemas pendientes, el que más se resiste es la elevada tasa de desempleo. Quince años de Gobierno no han sido suficientes para quitarle a Cádiz la etiqueta de ser una de las ciudades con más paro de España. Sacar adelante el nuevo PGOU de la ciudad es otra de sus asignaturas pendientes.

Trabajo más que de sobra para una mujer acostumbrada a los retos y, de momento, a ganar.

Arquitecta técnica, madre de un hijo y residente en El Puerto
Teófila Martínez nació en Cantabria el 5 de enero de 1948. Cursó estudios de Arquitectura Técnica y se casó con el empresario Santiago Cobo, con quien se trasladó durante un período de su vida a Venezuela, país en el que desarrolló su actividad profesional. Es por eso por lo que se desenvuelve con tanta soltura entre obras y andamios.

Ya de vuelta en España se estableció en El Puerto de Santa María, donde su marido emprendió algunos negocios relacionados con el mundo del turismo. Es madre de un único hijo que contrajo matrimonio hace pocas fechas.

En el año 1977 ingresó en Alianza Popular, dicen que atraída por la figura de un histórico del grupo como es Manuel Fraga Iribarne.

Mujer muy activa. En cualquier acontecimiento político o social de la ciudad se le puede ver con su pelo rubio platino y sus llamativas chaquetas y pañuelos. Es usual verla en los más diversos eventos. Asidua al Gran Teatro Falla en época de Carnaval, donde presta especial atención a los coros a los que no duda en bajar a saludar después de sus actuaciones. Lo mismo se le puede ver en El Rocío con la Hermandad de Cádiz que participando en un cortejo procesional de Semana Santa o en el palco de Carranza viendo un partido del Cádiz Club de Fútbol.

Relaciones
En su relación con los ciudadanos se muestra especialmente cercana con los niños y los mayores, haciendo gala de un talante que a menudo pierde cuando tiene delante a algún concejal de la oposición o a algún periodista especialmente incómodo.

Muy querida por sus partidarios, casi idolatrada por sus compañeros en el equipo de Gobierno y defenestrada por el resto de concejales de la Corporación municipal, a los que de forma constante calla la boca haciendo saber que el bastón de mando le pertenece.

Bien considerada y bien relacionada en su partido, apunta en un futuro a ocupar algún cargo institucional. Habrá que esperar a ver qué pasa en las próximas generales y autonómicas.