Creen que la juez designada como presidenta del jurado tiene "viciada" su "imparcialidad" al haber resuelto varios recursos sobre el crimen
La Audiencia de Sevilla ha nombrado al magistrado Carlos Lledó instructor del incidente de recusación promovido por tres defensores del caso Marta del Castillo, que creen que la juez designada como presidenta del jurado tiene "viciada" su "imparcialidad" al haber resuelto varios recursos sobre el crimen.
Fuentes del caso han informado hoy a Efe de que la designación de este instructor se ha producido después de que la propia magistrada, María Dolores Sánchez, haya emitido un informe en el que analiza la jurisprudencia sobre los motivos de abstención pero sin decantarse por una u otra solución.
La recusación de la magistrada se ha producido cuando el caso por la muerte de la adolescente sevillana ha llegado a la Audiencia de Sevilla para celebrar el juicio con jurado, donde la Fiscalía pedirá 52 años de cárcel para el asesino confeso, Miguel Carcaño, por un delito de asesinato y dos delitos de violación, uno cometido por él mismo y otro como cooperador del cometido por el menor de edad Javier G.M. Junto a Carlos Lledó, magistrado de la Sección Cuarta, la Audiencia ha designado a otro juez para resolver las cuestiones urgentes de tramitación que surjan mientras se resuelve el incidente de recusación.
La recusación ha sido planteada por los defensores de los tres presuntos encubridores: Francisco Javier Delgado, hermano del asesino confeso, su novia María García y el joven Samuel Benítez, amigo de Carcaño, pero no por la abogada del propio Carcaño.
Las defensas han pedido que la juez María Dolores Sánchez sea apartada del caso y se designe presidente del jurado a cualquier magistrado de la Audiencia que no pertenezca a la Sección Primera, una sala que se ha pronunciado "hasta siete veces sobre distintas cuestiones esenciales" relacionadas con la violación y asesinato de Marta.
La magistrada fue la ponente de siete recursos "centrales" del caso Marta, entre ellos los que confirmaron el procesamiento de los acusados, decidieron que el caso fuese enjuiciado por un jurado y ordenaron una cuarta búsqueda del cadáver en un descampado de Camas (Sevilla), según recuerdan las defensas.