Estados Unidos y la Unión Europea presumieron hoy de su excelente relación en geopolítica, energía o acción climática, aseguraron que seguirán manteniendo la presión sobre Rusia, cuyas finanzas están cerca de colapsar, y Bruselas, en concreto, pidió a China que contribuya a la paz en Ucrania.
"Las finanzas del Kremlin se han estrujado hasta el punto de que les obliga a elegir entre dar dinero para guerra o para su propia gente. Como un multimillonario ruso dijo sobre el futuro de Rusia: 'el año que viene no habrá dinero'", dijo el secretario de Estado de EE.UU., Anthony Blinken, tras reunirse en Bruselas con el alto representante para la Política Exterior de la UE, Josep Borrell.
En una declaración sin preguntas tras un encuentro bilateral previo a una reunión sobre cooperación energética, el jefe de la diplomacia estadounidense definió la relación entre la UE y EE.UU. como "la relación más amplia y dinámica del mundo".
El encuentro se produjo después de que ambos bloques anunciaran el lunes que EE.UU. enviará al menos 50.000 millones de metros cúbicos de gas (50 bcm) a la UE en 2023 para reducir la dependencia comunitaria del gas ruso, tras haber enviado 56 bcm en 2022, y horas antes de que Finlandia ingrese en la OTAN.
"La UE permanece unida y nuestra comunidad transatlántica también", dijo Borrell, quien agregó que Washington y Bruselas seguirán apoyando a Kiev en la guerra y "manteniendo la presión internacional sobre Rusia".
El político europeo -pero no Blinken- se refirió en ese sentido a China y a su papel en la pacificación de Ucrania, aprovechando que el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, estuvo en Pekín el viernes, que hoy se encuentran allí el jefe del Estado francés, Emmanuel Macron, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, y que el propio Borrell viajará al gigante asiático la próxima semana.
"China tiene una obligación moral de contribuir a una paz justa. No puede estar del lado del agresor, ni apoyando militarmente al agresor(...). Hemos sido claros con China en que su posición en las atrocidades y crímenes de guerra de Rusia determinará la calidad de nuestra relación con Pekín", dijo Borrell.
ORIENTE MEDIO Y ÁFRICA
Ambos responsables trataron también "el círculo vicioso de violencia en Israel y en los territorios ocupados", en palabras del político europeo, quien dijo que la situación en Oriente Medio evidencia que "un proceso de paz es necesario".
Abordaron también la situación en África, primero en Etiopía, donde la "crisis enorme" parece que se está "arreglando" tras el acuerdo para el cese de hostilidades entre el Gobierno y los rebeldes de Tigray, lo que supone "una de las pocas buenas noticias en el mundo", resumió Borrell.
También trataron sobre la situación en República Centroafricana y se comprometieron a continuar haciendo "esfuerzos para estabilizar el país para que no tengan que confiar en el Grupo Wagner", que Borrell definió como "un grupo de mercenarios" que ha tenido "un impacto negativo en los países en los que ha estado", donde ha generado "más desestabilización" doméstica y regional.
"Las relaciones de EEUU y la UE nunca han sido más fuertes", subrayó Blinken, que agradeció a la UE la ayuda financiera, militar y humanitaria que aporta a Ucrania y las sanciones internacionales que ambos bloques han decretado contra la Rusia de Vladímir Putin.
FINLANDIA EN LA OTAN
La cita entre Blinken y Borrell se produjo horas antes de que el secretario de Estado estadounidense reciba hoy en Bruselas el documento de adhesión de Finlandia a la OTAN, última formalidad que convertirá al país nórdico en el trigésimo primer miembro formal de esa Alianza militar que hoy cumple 74 años desde su creación el 4 de abril de 1949.
La adhesión, que se hará oficial con una ceremonia en el cuartel general de la OTAN en Bruselas a la que asistirán los ministros de Exteriores de los países miembros de la Alianza, ha sido posible tras la ratificación de la candidatura finesa por parte de Turquía, último país en dar su visto bueno.
Mientras que Finlandia culminará este martes su camino hacia la Alianza, Suecia, que solicitó su ingreso al mismo tiempo, todavía espera recibir el visto bueno de Hungría y de Turquía.
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